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Rubalcaba pide unidad para acelerar "el final de ETA, que está próximo"

El vicepresidente admite que las diferencias afloran al acercarse el fin

Luis R. Aizpeolea

El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, reapareció ayer, tras casi dos semanas de baja médica, con un llamamiento a la unidad de los partidos democráticos, a evitar discrepancias sobre la legalización de Sortu, cuando "está cerca el final de ETA". "Hemos llegado hasta aquí juntos y tenemos que terminarlo juntos. Queda poco, honestamente, pero queda y hay que hacerlo bien", dijo en el palacio de la Moncloa tras la reunión del Consejo de Ministros.

Rubalcaba trató con ello de zanjar la reciente polémica entre el PSE y el PP a cuenta de la legalización o no de Sortu. El presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y el lehendakari, Patxi López, distinguieron a Sortu de ETA en un afán de poner de relieve el esfuerzo de credibilidad del nuevo partido de la izquierda abertzale.

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Las dirigentes del PP Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría replicaron con la identificación del nuevo partido con la banda terrorista, con el mensaje añadido de que Sortu es una nueva trampa de ETA.

No obstante, el efecto político más serio de la polémica se ha producido en el País Vasco, donde la colaboración entre el Gobierno socialista de Patxi López y el PP vasco se ha resentido, por vez primera en dos años, de manera seria.

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El vicepresidente primero admitió ayer que se situaba por encima de la polémica con la pretensión de desdramatizarla y la enmarcó en la lógica del final de ETA. "Es bastante fácil de entender que a medida que el final de ETA se acerca haya diferentes sensibilidades, incluso distintas estrategias de gente que está trabajando para que esto termine de una vez por todas. Es un debate que está ahí".

La receta para evitar polémicas, como la de esta semana, la ofreció Rubalcaba al señalar que "lo que queda [hasta el final de ETA] hay que hacerlo bien y para ello debemos hablar mucho, coordinarnos lo mejor posible y hacer un debate reservado para no dar bazas a quien no hay que dárselas".

El vicepresidente primero cree posible la recuperación de la unidad con el PP sobre dos bases: el acatamiento de la sentencia del Tribunal Supremo sobre Sortu, sea cual sea la resolución, que se puede conocer la próxima semana, y, en el terreno político, el mantenimiento de la presión sobre la izquierda abertzale para lograr el cese definitivo de la violencia de ETA.

Los diagnósticos de socialistas y populares sobre Sortu y el final de ETA no son los mismos. Los primeros creen en la buena voluntad de Sortu en su rechazo de la violencia de ETA y los segundos creen que es un truco para instalarse en las instituciones. Pero su política coincide en la práctica al mantener la presión sobre la izquierda abertzale para que esta, a su vez, logre el final de ETA.

El Gobierno pretende que esta estrategia común se refuerce en la etapa previa a las elecciones municipales del 22 de mayo para blindar la unidad en medio de las tensiones electorales.

La resolución de los tribunales sobre Sortu marcará las pautas de futuro del Gobierno y el PP, así como la actitud que adopten la izquierda abertzale y ETA ante la sentencia y los acontecimientos de los próximos meses.

Alfredo Pérez Rubalcaba, tras el Consejo de Ministros.
Alfredo Pérez Rubalcaba, tras el Consejo de Ministros.CLAUDIO ÁLVAREZ

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