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Rubalcaba se querella contra quienes acusan a la policía de matar a Anza

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, no está dispuesto a seguir escuchando la mentira difundida por ETA de que el etarra Jon Anza -fallecido por colapso cardíaco y del aparato respiratorio, según la autopsia- fue torturado y asesinado por la policía. Por la mañana, anunció "medidas judiciales" -"hasta aquí hemos llegado", dijo-, y por la tarde, la Fiscalía General del Estado tenía ya un escrito con "todas las barbaridades que se han dicho sobre la muerte de Anza: que se le torturó, que se le enterró..." -recordó el ministro- y por quién.

"Llevamos mucho tiempo aguantando (...). Quienes han calumniado sin ninguna prueba, siguiendo las mentiras de ETA, a las Fuerzas de Seguridad, responderán frente a los tribunales y frente al Estado", advirtió Rubalcaba en Radio Nacional. El ministro, al que el entorno abertzale ha llamado "asesino" en varias manifestaciones, aclaró que con esta medida no pretende defenderse personalmente -"yo tengo mis cargas", dijo- sino a las Fuerzas de Seguridad del Estado.

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La izquierda abertzale le respondió convocando otra manifestación de protesta para mañana. Y con nuevas acusaciones de "guerra sucia", tal y como hizo por primera vez ETA en un comunicado en el diario Gara en mayo del año pasado. En el que la izquierda abertzale difundió ayer se leía: "Hay base suficiente para considerar que el señor X que creó los GAL es el mismo señor X que está detrás de la desaparición y muerte de Jon Anza".

PNV: "Hay algo oscuro"

Durante una manifestación el pasado domingo en San Sebastián bajo el lema Acabemos con la represión y la guerra sucia, una representante del Movimiento Pro Amnistía afirmó -tras recordar a los "presos políticos vascos que ahora se encuentran en lucha, y a todos los vascos y vascas huidos o refugiados"- que Anza había sido "asesinado" y que los responsables "tanto de su muerte como de la ocultación de su cadáver" eran el Estado francés y el español.

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Rubalcaba insistió ayer en que el Estado "no puede tolerar que se digan estas cosas sin que pase nada". Aclaró que no incluía como calumnias las declaraciones del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, quien manifestó que había "algo oscuro" en la muerte de Anza. "No me preocupan los partidos democráticos. Tienen sus cauces de expresión", dijo el ministro.

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