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Dirigentes guerristas pedirán a Guerra que deje de abanderar una minoría y actúe como 'número dos'

Los partidarios de Alfonso Guerra observan con creciente temor cómo las circunstancias llevan a su líder a aparecer como jefe de una minoría que pierde fuerza cada día. Dirigentes guerristas "templados" pretenden convencer al vicesecretario de que evite que la ejecutiva vuelva a votar cuestiones meramente orgánicas, como la última vez, por los conflictos andaluces, donde su derrota está garantizada. Muchos de sus partidarios estiman que Guerra debe dirigir sus mensajes no a un grupo, sino a todo el partido. Mientras, el vicesecretario se descolgó ayer con una crítica dirigida a los renovadores: "Si alguien lleva sólo la bandera de la disciplina, eso convierte a una organización en algo cuartelario".

Miembros guerristas de la ejecutiva y dirigentes provinciales reconocen que los últimos conflictos -que no terminarán hasta el 30 de octubre, con la culminación de los congresos andaluces- han hecho que Guerra se involucre demasiado en la batalla interna, por la significación que otorga a lo que hasta hace poco era su feudo.Pasados los conflictos andaluces -que se, saldarán previsiblemente con una derrota del guerrismo por un 20-30% frente a un 70-80% de los renovadores-, los guerristas moderados estiman que el vicesecretario general no debe enfangarse en la pelea orgánica, sino actuar de número dos. Miembros renovadores de la ejecutiva aseguran que, si quisiera, Guerra ejercería como tal y nadie cuestionaría su papel.

Los últimos acontecimientos han resultado nefastos para los guerristas, que cada vez que fuerzan una votación en la ejecutiva obtienen un resultado cuya interpretación es invanable: "Felipe González humilla a Alfonso Guerra".

Los guerristas creen que los renovadores esperan que ellos se conviertan en una corriente para tratarlos com tal. El renovador Luis Yáñez lo decía en una carta abierta a González. "Los estatutos del partido contemplan el derecho de constitución de comentes de opinión. Pero la minoría de la que hablamos [guerrismo] no ha querido acogerse a dicha previsión estatutaria, por tanto no es una ejecutiva sino una facción que tiene sus ejecutivas, reuniones, normas y hasta consignas".

,Esto es lo que el guerrismo moderado quiere evitar. Personas del entorno de Guerra aseguran que el vicesecretario no quiere ser jefe de una minoría, pero "comete errores que lo convierten en tal".

Deslizamiento a la derecha

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Precisamente ayer, Guerra volvió a mostrarse, en declaraciones a la Cadena SER, como líder de una parte del partido: "Hay quien piensa que el PSOE debería tener un deslizamiento ideológico a. posiciones más tibias, más rosas que rojas, y yo respeto que haya gente que piense así, que yo era la piedra en el camino que impedía eso". Guerra se refirió al deseo de algunos compañeros de partido de ser. "más condescendientes con los poderes fácticos". A su juicio, uno de los errores del PSOE ha sido consentir que los poderes financieros, económicos y de información adquieran demasiado poder.

El vicesecretario general comentó la evolución de González: "Del Isidoro de Suresnes al Felipe González de hoy la evolución es muy marcada. En el terreno ideológico va desde la utopía al pragmatismo, que es la evolución natural de las cosas de quien es un luchador en la clandestinidad a un hombre que representa a un Estado".

Guerra asegura que "ser socialista es sinónimo de renovación" y que aceptaría gustoso. ser apartado de la vida de su partido "siempre que se haga por métodos democráticos". Al referirse a sus adversarios en el PSOE, dijo: "Yo no creo que sean tantos, más bien son pocos, lo que pasa es que son muy insistentes".

Guerra se refirió a su propia manera de ser en los siguientes términos: "Yo soy muy bueno. Yo soy una persona muy bondadosa, muy cariñosa con las personas, me preocupo del su frimiento de los demás". "¿Por qué voy a tener que justificar que soy una persona maIvada, maquiavélica? Ya me gustaría a mí ser un poquito maquiavélico", añadió.

En otras declaraciones a Antena 3 TV, el vicesecretario general expresó su decepción por las deserciones de sus afines, como la del candidato guerrista a la secretaría provincial de Sevilla, Manuel Copete, que calificó de "cambio de chaqueta".

Conflicto andaluz

Los guerristas, y el propio número dos, siguen sosteniendo que, con los datos en la mano, la anulación del congreso de Huelva ha sido un acto injusto. Pero Guerra jugó muy fuerte en Andalucía y ha perdido por encima de todas sus previsiones. Pidió a González la desautorización del secretario de organización, el renovador Cipriá Ciscar ,tras su firme postura sobre la repetición del congreso del PSOE de Huelva por lo que consideró irregularidades guerristas en sus preliminares.

González hizo caso omiso a la petición de Guerra, y Ciscar no sólo se vio respaldado en la ejecutiva, sino que ha reafirmado su papel dirigente, puesto en entredicho por los guerristas.

El gesto de autoridad de Ciscar ante el congreso de Huelva, las sucesivas victorias de la mayoría renovadora sobre los guerristas en los congresos andaluces, así como el comienzo de la desactivación de la coordinadora paralela a la dirección de Joaquín Almunia en el Grupo Socialista coloca al guerrismo entre las cuerdas. "A partir del 1 de noviembre, con la finalización de los congresos provinciales de Andalucía, se puede dar por encauzado el problema orgánico del partido", señala un alto dirigente.

Los renovadores, mayoritarios, opinan que el caso de Manuel Copete es el símbolo de una creciente liquidación del guerrismo.

Serra: "Doy por clausurado el conflicto"

Narcís Serra, vicepresidente del Gobierno, fue ayer tajante en la Cadena SER: el conflicto en el PSOE ha quedado "clausurado" sin "vencedores ni vencidos"; todo ha quedado aclarado de forma c6muy satisfactoria" y "ni hay ni habrá" una estructura guerrista paralela en el Grupo Socialista en las Cortes.Serra comentó ayer en el programa Hoy por Hoy de Iñaki Gabilondo la reunión mantenida el lunes por la noche en la central del PSOE entre miembros de la ejecutiva y parlamentarios afines a Alfonso Guerra. "Fue una reunión muy satisfactoria en la que quedó claro que no hay ni habrá voluntad de crear una dirección o estructura paralela" dentro del Grupo Socialista. El número dos del Gobierno dijo que tras la reunión con hombres del número dos del partido se ha llegado "a un acuerdo por convencimiento entre todos" y, por tanto, "sin vencedores ni vencidos".

"Doy por clausurado el conflicto y le pido a lo s compañeros que nos dediquemos a trabajar juntos para recuperar la confianza de los ciudadanos; menos hablar del partido menos mirarnos el ombligo"explicó Serra. "A los ciudadanos no les interesa, ni debemos explicar nuestros problemas internos; debemos dedicar nuestro tiempo, a resolver los problemas de España"remachó.

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