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Pactos para agotar la legislatura

Salgado certifica la recuperación de la confianza en la economía española

Considera que los Presupuestos son realistas y augura que se cumplirán sus previsiones, aunque sean más optimistas que las de organismos internacionales. En todo caso, si fallan, la ministra asegura que se tomarán las medidas adicionales que sean necesarias

Diagnóstico realista, cumplimiento de compromisos, reformas con decisiones valientes y apoyo a los que padecen los efectos de la crisis. Estos son los cuatro pilares en los que, según la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, se apoyan los Presupuestos para 2011. La responsable de Economía ha presentado las cuentas públicas en el Congreso de los Diputados para que mañana superen el primer trámite, el del rechazo de las cinco enmiendas de devolución (PP, CiU, ERC IU/ICV, BNG y UPyD). El Gobierno ha llegado al Congreso con la garantía de que el acuerdo de estabilidad firmado con PNV y Coalición Canaria, más la abstención de UPN, aseguran la aprobación holgada de las cuentas. Zapatero cumple el trámite con más comodidad que nunca.

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Salgado ha augurado que en 2011 España alcanzará el crecimiento de la zona euro, para superarlo en 2013. "Hemos dejado atrás año y medio de profunda recesión y la economía comienza a recuperarse apoyada en la confianza. Los inversores comienzan a discriminar y diferencian a España de otras economías", asegura Salgado. Da así por recuperada la confianza de los mercados financieros e inversores en la economía española. "No hay atajos ni milagros", ha asegurado en su intervención inicial de defensa de las cuentas, que esta tarde será replicado por los partidos que presentan enmienda de totalidad, empezando por el PP, con Mariano Rajoy como portavoz. Rajoy se concentrará en rechazar los ajustes que incluye el Presupuesto, como la congelación de las pensiones y el recorte de inversiones, para rechazar las cuentas.

En su defensa de los Presupuestos en el debate de totalidad en el Congreso, la vicepresidenta ha pedido "responsabilidad a los dirigentes autonómicos y locales" para que lleven a sus administraciones el objetivo de austeridad. "Son unos presupuestos solidarios y muy exigentes con los gestores, que deben mantener la calidad de los servicios con menos dinero", ha dicho.

Según dijo, las cuentas están basadas en disciplina, sobre un "objetivo realista", sin disminuir la cohesión social. Salgado ha insistido en un mensaje que el Ejecutivo lleva unos días mandando: que los Presupuestos incluyen un 58% de gasto social, que se consigue con una reducción de los gastos ministeriales. Ha desglosado algunas de las partidas sociales, para apoyar sus palabras: 1.000 millones para dependencia, 2.800 para educación, 1.200 para becas -"la mayor cuantía en democracia, más de un millón de estudiantes beneficiarios-. También ha dicho que los Presupuestos mantienen el nivel de inversión en I+D+i porque los recortes se han centrado en gasto administrativos y de personal de los ministerios.

Salgado ha hablado de "medidas difíciles", en referencia a las reformas de recorte, que ha justificado por la situación de los mercados internacionales y con paralelismo sobre lo que ocurre en otros estados europeos. "Un entorno económico y financiero volátil e imprevisible nos ha llevado a poner en marcha los ajustes. Los inversores se desplazaron a los activos más seguros. Esto obligó a Europa a reaccionar para estabilizar los mercados de forma conjunta", ha dicho la vicepresidenta. En cualquier caso, entiende que esas medidas dan fruto y que España comienza a salir de la crisis y que "cumpliremos las previsiones de crecimiento". Y, en caso de que el panorama empeore, el Gobierno "no vacilará en tomar las medidas adicionales que sean necesarias".

Ha asegurado que las cuentas tienen mejores previsiones que las de los organismos internacionales, porque considera que el consumo interno ayudará a esa recuperación más rápida. De cara al futuro, ha asegurado que el Gobierno afronta "con decisión" los problemas que la crisis ha puesto de manifiesto, como la competitividad. También cree que la reforma laboral, que acaba de entrar en funcionamiento está empezando a arrojar "datos de contratación esperanzadores".

La ministra también ha certificado que hace falta una "reforma de gran calado" de las pensiones, aunque reconoce que no es un problema para el año que viene. "El problema no lo tenemos hoy, ni el año próximo ni el siguiente. Pero el envejecimiento de la población nos lleva a plantearnos la necesidad de hacer modificaciones". En cuanto a las del año que viene, asegura que los Presupuestos incluyen una subida del 3% en este capítulo, por la actualización de las más bajas y la incorporación de nuevos pensionistas, aunque el resto hayan sido congeladas. En todo caso, ha reiterado que el Gobierno de Zapatero ha revalorizado las pensiones mínimas un 30% desde 2004.

ULY MARTÍN

Austeridad y disciplina ante el déficit

Austeridad y disciplina. Y eso supondrá más medidas de ajuste si es necesario. La vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, llevaba semanas negándose a cumplir con las recomendaciones del Banco de España y del Fondo Monetario Internacional en relación a la necesidad de tener un plan B listo por si los objetivos de reducción de déficit no se cumplen, ante la tolerancia cero que muestran los mercados con las economías periféricas de Europa. Hoy, sin embargo, ha asegurado que "si llegara a ser necesaria alguna actuación adicional para cumplir el objetivo del déficit [del 6% en 2011] el Gobierno la adoptaría sin vacilar". Salgado quita mucha fuerza así a sus propias declaraciones en Washington hace apenas unos días: "No hay plan B. Un plan B nunca son buenas noticias porque se convierte en plan A inmediatamente después de anunciarse".

"Un plan B significaría que no tenemos la seguridad de que el plan A se va a cumplir. Y en 2010 se está cumpliendo y no tengo ninguna duda de que tampoco habrá sorpresas en 2011", dijo en la cumbre del FMI. Y a lo largo de su discurso en el Congreso ha vuelto a repetir que tanto las previsiones económicas del Gobierno como la senda de reducción del déficit se están cumpliendo a rajatabla. En 2011, sin embargo, tanto los analistas como el FMI han calificado de optimista la previsión de crecimiento económico del Gobierno, del 1,3%. Salgado explicó que durante su gestión ha sido el Ejecutivo quien más ha acertado con los pronósticos. Pero por primera vez dejó una puerta abierta a un escenario algo peor del previsto: "Si hubiera una variación a la baja del crecimienTo -que insisto, no prevemos-, tendría una repercusión muy moderada en los ingresos". La vicepresidenta se blinda así ante esa posibilidad, que incidiría en los objetivos de reducción de déficit: menos crecimiento supone menos ingresos impositivos y eso podría dificultar alcanzar las metas fiscales. Y abriría la puerta al temido plan B.

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