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Salgado sondea el apoyo parlamentario a una subida de dos puntos en el IVA

El Gobierno constata las diferencias con las minorías de izquierdas

El Gobierno ha sondeado en los dos últimos días a los partidos de la izquierda parlamentaria sobre la próxima reforma fiscal, de cara a la negociación de los Presupuestos y ha escuchado su largo catálogo de objeciones. La vicepresidenta Elena Salgado se ha reunido en los dos últimos días con Joan Ridao (ERC), Gaspar Llamazares (IU) y Joan Herrera (ICV) y, por el momento, los tres han constatado diferencias notables con los planes del Gobierno, aún por concretar. Salgado no les ha facilitado ni detalles ni datos definitivos, pero los tres portavoces deducen que el Gobierno planea una subida de dos puntos en el tipo que grava las rentas del ahorro, que pasaría del 18% al 20%; de dos puntos en el tipo general del IVA (del 16% al 18%) y modificaciones sin determinar aún en impuestos especiales.

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Llamazares y Herrera plantearon también que se eleve la fiscalidad de las Sicav, pero tras un largo debate sólo sacaron en claro que el Gobierno únicamente está dispuesto, de momento, a aplicarles la subida de dos puntos de las rentas de capital y plusvalías. Sobre el IVA, el Gobierno ha planteado a los tres diputados una subida generalizada, que podría ser de dos puntos, mientras que ellos proponen un aumento sólo para determinados artículos de lujo y de forma muy selectiva.

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Sobre los impuestos especiales, Salgado les transmitió que el Gobierno considera improbable que vaya a elevarlos. Llamazares le explicó que él sólo aceptaría elevar la fiscalidad del tabaco y el alcohol, pero no de la gasolina.

Salgado les reiteró que no tiene intención de tocar los tipos y los tramos del IRPF, más allá de eliminar la deducción universal de los 400 euros, la propuesta electoral estrella de Zapatero en 2008. Los planes del Gobierno se completan con la bajada de cinco puntos en el impuesto de sociedades para pequeñas empresas que mantengan los puestos de trabajo. Por supuesto, Salgado rechazó la posibilidad de recuperar el impuesto de patrimonio, tal y como le planteó Llamazares.

Ridao también planteó objeciones a la propuesta fiscal esbozada por la vicepresidenta y, además, planteó sus condiciones para apoyar los Presupuestos y que tienen que ver con lo que denomina la carpeta catalana. Es decir, la gestión del aeropuerto de El Prat, inversiones de cercanías en Cataluña, cuya transferencia se pone en marcha el 1 de enero de 2010, e impulso del llamado eje mediterráneo ferroviario.

La vicepresidenta económica transmitió al diputado de ERC que el proyecto de Presupuestos incluirá una reducción del gasto del 0,8% del PIB, que sale del recorte del 6% del gasto de los ministerios y del gasto corriente de la Administración del Estado.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, volvió a plantear y justificar ayer en el Congreso la subida de impuestos por la necesidad de mantener el gasto social, cumplir el pacto de estabilidad e impulsar el sector público. Significativamente, Zapatero expresó esta posición como la de los diputados del PSOE, al añadir una mención inusual a su grupo parlamentario. En concreto, afirmó que esto "es lo que España necesita y lo que el Grupo Socialista y el Gobierno entienden que necesita España".

No dio ningún detalle de la futura reforma fiscal, más allá de asegurar que tras la subida, la presión fiscal quedará por debajo de la que le dejó el PP en 2004. Escuchó una vez más la radical oposición del PP y de CiU a cualquier subida de impuestos.

La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, no pudo participar ayer en la sesión de control al Gobierno porque la pasada madrugada fue operada por una afección intestinal. Fuentes del Gobierno restaron importancia a la intervención y aseguraron que podrá reincorporarse en una semana.

Zapatero, en la sesión de control al Gobierno.
Zapatero, en la sesión de control al Gobierno.CRISTÓBAL MANUEL

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