Un centenar de agentes tratará de evitar una tercera noche de disturbios en Roquetas
Rubalcaba califica de "caso aislado" el asesinato del joven senegalés y el alcalde niega "un brote racista".- Ocho detenidos y siete heridos en dos días de altercados.- 300 inmigrantes amenazan con más incidentes si no se responde a sus exigencias
El dispositivo policial en las 200 Viviendas de Roquetas de Mar (Almería), donde el asesinato de un joven senegalés ha desatado dos noches consecutivas de disturbios con ocho detenidos y siete heridos, fue este lunes "bastante" superior, más de un centenar de agentes de la Guardia Civil, con el objetivo de trasladar una imagen de "absoluta determinación a la hora de disuadir a los que se exalten", en palabras del subdelegado del Gobierno, Miguel Corpas. Tanto Interior como la alcaldía de la localidad han negado un brote racista y han insistido en que se trata de "hechos aislados", pero 300 inmigrantes han amenazado con nuevos incidentes si no se da respuesta a sus demandas, entre las que se encuentran la detención del asesino y la puesta en libertad de los arrestados, todos subsaharianos.
Los agentes permanecerán tambiéneste martes en la zona, donde recibirán el apoyo si se produce algún altercado del helicóptero que, en los días precedentes, ha sobrevolado durante horas las 200 Viviendas. Desde el Gobierno, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha calificado de "caso aislado" el asesinado, que se produjo la madrugada del sábado, ha afirmado que la Guardia Civil "cree conocer la identidad del asesino" por lo que, a su juicio, en breve se conocerá "la verdad" de lo ocurrido y "se habrá detenido" al culpable. Rubalcaba, en declaraciones a Onda Cero, ha añadido que el incidente se produjo por "tráfico de drogas", pero ha apuntado que el fallecido sólo intervino en la pelea como "mediador". "Hay varias versiones pero yo me quedo con la más extendida y es que intervino para mediar", ha matizado. El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha pedido tranquilidad y ha descartado que se trate de un conflicto de "naturaleza racial o provocado por la xenofobia".
También el alcalde de Roquetas, Gabriel Amat Ayllón (PP), ha afirmado que se trata de "hechos aislados que no tienen que ver con ningún brote" de racismo. "Es una pelea que por desgracia no ha terminado bien", ha manifestado el edil andaluz. Fuentes del caso han indicado que el enfrentamiento, que en principio se achacó a un ajuste de cuentas, pudo iniciarse cuando un vecino arrojó un cubo de agua sobre el presunto homicida, molesto porque estaba haciendo mucho ruido. Mientras se resuelve el caso, Amat ha pedido a los 80.085 habitantes de Roquetas, "tranquilidad, sosiego y que demuestren que en la convivencia que ha imperado siempre en Roquetas se siga teniendo". El alcalde, que ha calificado a su localidad como "ejemplo de convivencia", ha explicado que hay 25.407 inmigrantes censados, un 30,95% de la población total, una cifra que ha aumentado en un 40% en los últimos cuatro años.
Las exigencias de los inmigrantes
Más de 300, todos de origen surafricano, se han concentrado al mediodía frente al Ayuntamiento de Roquetas, donde han exigido hablar con el alcalde, que les ha atendido, y donde han leído un manifiesto -firmado por asociaciones de inmigrantes de países como Senegal, Mauritania, Ghana, Guinea Bissau o Guinea Conakry y el Sindicato de Obreros del Campo- en el que atribuyen los sucesos al "abandono" y el "desinterés" de las autoridades por un barrio "marginal", con "graves problemas de seguridad e inserción social, laboral y cultural". En el escrito, condenan "enérgicamente" tanto el apuñalamiento como los sucesos que se desencadenaron a continuación y han exigido a las autoridades el "completo esclarecimiento de los hechos", la "imposición de consecuencias penales" al autor del homicidio y la "liberación inmediata" de los ocho inmigrantes arrestados -entre el sábado y anoche.
Asimismo reclaman la depuración de responsabilidades por la demora "en más de una hora y media" de la llegada de efectivos policiales y servicios médicos al lugar de los hechos, cuya mayor celeridad, a su juicio, hubiera evitado "los desmanes producidos" e incluso la muerte del joven senegalés. Con gran indignación, han exigido a las autoridades y a los medios de comunicación que se desvincule cualquier relación de la víctima con el tráfico de drogas. De no ser así, amenazan con más manifestaciones y disturbios. La búsqueda del presunto autor del homicidio se ha intensificado en las últimas horas, en las que la Asociación de Gitanos de Roquetas ha pedido que se les desvincule de lo ocurrido, puesto que el autor de la puñalada mortal no pertenece a esta etnia.
Tras la segunda noche de altercados, se ha incrementado el número de detenidos, que ascienden a ocho, dos varones de Guinea Bissau y a otros tantos de Senegal, todos ellos por delitos de desórdenes públicos y de atentado contra la autoridad. Además, anoche se registraron cuatro heridos que se suman a los cuatro del sábado, entre ellos un agente que ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente al alcanzarle una piedra en la oreja, así como el médico, el enfermero y el conductor de una ambulancia que se desplazó al barrio.
El fantasma de El Ejido
Los disturbios de estos días traen a la memoria lo sucedido en la vecina localidad de El Ejido en el año 2000, cuando cientos de vecinos salieron a la calle a vengar la muerte de una joven española, apuñalada a plena luz del día en un mercadillo por un marroquí. Roquetas es, junto con El Ejido y La Mojonera, una de las localidades del Poniente almeriense donde se concentra un mayor número de inmigrantes, que acuden a trabajar en invernaderos, construcción o los comercios y negocios montados por los propios extranjeros. Aquel conflicto se desató entre los vecinos y los magrebíes y, en el caso de Roquetas, los que se enfrentan son dos minorías, subsaharianos y gitanos.
