_
_
_
_
_

La Sindicatura revela desviaciones hasta del 80% en obras de CiU

Los recargos injustificados sumaron tres millones en 2003 y 2004

La mayor parte de las obras se disparaban de precio sin motivo aparente, el sobrecoste se autorizaba verbalmente y a través de personas ajenas a la institución sin que nadie lo supervisara. Además, no hay documentos que expliquen por qué entre 2003 y 2004 la Generalitat tuvo que pagar hasta tres millones extra a empresas que rehabilitaban pisos de protección oficial. La Sindicatura de Cuentas, el órgano que fiscaliza las finanzas de la Generalitat, revela en su último informe importantes irregularidades en la etapa final del Gobierno de Convergència i Unió, concretamente en la empresa pública Adigsa, que gestiona los barrios de Cataluña construidos en el franquismo por la Obra Sindical del Hogar.

El informe va en la línea de la investigación abierta en el Juzgado de Instrucción número 3 de Barcelona tras una querella de la fiscalía por la polémica del 3%, cuando en enero de 2005 Pasqual Maragall acusó a CiU de cobrar comisiones en las obras públicas que contrataba. El informe de la Sindicatura revela sobrecostes no justificados en rehabilitación de viviendas, que en algún caso alcanzaron el 80% y que, de media, superaron el 17%. Ese porcentaje es similar al 20% que exigió Adigsa en comisiones a los constructores, según la investigación judicial.

Pero más que los sobrecostes, habituales en buena parte de obras, el informe de la Sindicatura incide en las irregularidades cometidas por el Gobierno de CiU al autorizarlas. De entrada, constata que "se encargaron de forma directa y verbal a los preveedores por una persona ajena a la sociedad, sin seguir ningún procedimiento de contratación". La entidad, Adigsa, confirmó a la Sindicatura que esta persona "no tenía ningún contrato" con la empresa para "encargar rehabilitaciones". Y, sin embargo, contrató, y sin garantías legales en muchos casos, la rehabilitación de decenas de pisos.

¿Quién era este personaje? La Sindicatura no da, de momento, nombres pero las acciones descritas coinciden con las que atribuye el juez instructor a José María Penin, un hombre que trabajó para Adigsa a instancias del entonces consejero Felip Puig. No estaba contratado pero era quien contactaba con los empresarios, y simulaba tener "cierto poder".

El informe explica que los sobrecostes no justificados sumaron 1,6 millones en 2003 y 1,4 millones en 2004. En este último ejercicio, el Gobierno catalán estaba ya en manos del tripartito, que pagó las facturas pendientes de la época de CiU, tras una auditoría que reveló numerosas irregularidades. Una de las empresas que más recurrió a los sobrecargos no justificados según la Sindicatura fue Teyco, perteneciente a la familia Sumarroca. Carles Sumarroca es uno de los fundadores de Convergència Democràtica y amigo personal del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol.

Sin contrato

- La Sindicatura ha confirmado que empresas que trabajaban para la Generalitat aplicaban sobrecostes no justificados en rehabilitación de viviendas, pero destinaban el dinero a otras obras que ni siquiera contaban con la licitación pertinente.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_