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El Supremo cita como imputado a Garzón por sus cursos en Nueva York

El instructor le llama la víspera de que el Poder Judicial revise las recusaciones

El instructor de la Sala Penal del Tribunal Supremo Manuel Marchena citó ayer al juez Baltasar Garzón para declarar como imputado el próximo 15 de abril en la causa abierta por haber obtenido supuestamente el patrocinio del Banco Santander para financiar unos cursos en la Universidad de Nueva York, y haber archivado después una querella contra el presidente de esa entidad bancaria, Emilio Botín.

La citación se produce apenas 24 horas antes de que el Pleno del Consejo del Poder Judicial se pronuncie sobre las recusaciones de tres vocales instadas por el juez Garzón. Esta decisión del instructor fue interpretada en fuentes jurídicas como un nuevo intento del Supremo para forzar otra petición de suspensión de Garzón por parte de algunos de los vocales del Poder Judicial, en línea con la "suspensión automática" del juez postulada por el vicepresidente Fernando de Rosa, uno de los recusados. De hecho, el Supremo divulgó la citación a través de su Oficina de Prensa, sin que Garzón ni su abogado conociesen la comparecencia, de la que se enteraron por los medios de comunicación.

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El magistrado Marchena le ha citado como imputado en los presuntos delitos de prevaricación y cohecho, de los que le acusan los abogados querellantes Antonio Panea y José Luis Mazón. Marchena ha admitido las pruebas de los querellantes, por lo que también ha citado el próximo día 21 de abril como testigos a María del Mar Bernabé, funcionaria de la Administración de Justicia; Laura Turégano, responsable del Centro Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York, y James D. Fernández, ex director universitario del centro Juan Carlos I.

La imputación a Garzón procede de una querella contra Botín presentada en su día por el abogado Rafael Pérez Escolar, condenado a 10 años de cárcel por el caso Banesto, que al salir de prisión planteó múltiples querellas contra Botín como presidente del banco adjudicatario del reflotado Banesto. Una de esas querellas fue archivada por Garzón, previo informe favorable del fiscal, y posterior confirmación de la Sala Penal de la Audiencia. Tras el fallecimiento de Pérez Escolar, su colega Arturo Panea siguió querellándose contra Garzón por haber obtenido supuestamente el patrocinio del Santander para financiar unos cursos universitarios.

Tanto Garzón como el Banco Santander y la Universidad de Nueva York se han cansado de decir al Supremo que el juez no cobró ni un duro de los 327.000 dólares en que consistió el patrocinio de la entidad financiera, pero la Sala Penal ha hecho caso omiso de todos los informes y sólo ha atendido a las pretensiones de Panea, en el sentido de que Garzón habría pedido personalmente el dinero a Botín.

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