Cientos de miles de personas de toda España se manifiestan en Madrid para pedir la salida de la OTAN

Cientos de miles de personas participaron ayer en Madrid en una manifestación para pedir la salida de España de la OTAN. Los manifestantes, procedentes de toda España, fueron 800.000 según los organizadores, 250.000 y 200.000 según las agencias Europa Press y France Presse, y 120.000 a juicio de la Delegación del Gobierno. La marcha a Madrid convocada por la Coordinadora Estatal de Organizaciones Pacifistas (CEOP) fue apoyada por todas las entidades políticas y sociales contrarias a la permanencia en la Alianza Atlántica. El lema más coreado fue OTAN no, bases fuera, y apenas hubo alusiones críticas al Gobierno. Fueron muy aplaudidos 50 militantes del PSOE de larga trayectoria en el partido que formaban parte de la marcha tras una pancarta que decía: "Socialistas del PSOE, por la paz, no a la OTAN". La manifestación, que duró tres horas, se desarrolló sin incidentes y en un ambiente festivo.

La manifestación comenzó a las doce del mediodía, con la suelta de una paloma en la glorieta de San Bernardo. La marcha iba encabezada por una pancarta que decía "por la neutralidad, OTAN no, bases fuera", escrita en cinco lenguas españolas y portada por representantes de las organizaciones integradas en la Coordiriaadora Estatal de Organizaciones Pacifistas (CEOP) y por los partidos que apoyaban la convocatoria. Entre ellos, ocupaba un lugar destacado el historiador y pacifista británico Edward Thompson. Los dirigentes de los partidos políticos se situaron en un segundo plano, alejados de la cabecera.Tras recorrer las calles de Alberto Aguilera, Sagasta y Génova, la cabeza de la,manifestación alcanzó el final previsto en la plaza de Colón a la una de la tarde. Dos horas más tarde llegaba el final de la marcha.

Entre los manifestantes desfilaron abundantes charangas zancudos, personas con disfrace alusivos a los efectos devastadores de la guerra, y fueron lanzados algunos fuegos de artificio.

Proliferaron también los monigotes que representaban a Ronald Reagan y Felipe González. No obstante, los manifestantes gritaron pocas consignas contra el Gobierno, centrándose en reclamar el no en la consulta del 12 de,marzo ("así, así, ni un paso atrás: este referéndum lo vamos ganar", repitieron insistentemente).

Cuando a las 13.30 fue leído el comunicado final, resultó imposible acceder a la plaza, absolutamente abarrotada. El filósofo Rafael Grasa, uno de los portavoces de la Coordinadora Pacifista, fue el encargado de leer el comunicado, en medio de un clima eufórico en el que se daba por seguro el triunfo del no en el referéndum.

Grasa criticó los términos en los que está redactada la pregunta para el referéndum, "porque intenta confundir a la opinión pública". Grasa persistió en las acusaciories de "fraude" y de utilización de fondos públicos, pese a las explicaciones ofrecidas por el PSOE y por el Gobierno en torno a la carta que Felipe González vaa enviar a los españoles en solicitud del voto afirmativo y cuya impresión fue encargada inicialmente al Instituto Nacional de Empleo (Inem).

Rafael Grasa alentó a los presentes a convertirse en "propagadores de la neutralidad" con esta firme convicción: "El referéndum lo vamos a ganar. Ganaremos todos". Una vez que, Grasa dio por finalizado el acto, los manifestantes corearon, con las manos unidas, la canción de José Antonio Labordeta Canto a la libertad, que se oía por medio de potentes altavoces.

Antes de que Rafael Grasa interviniera, le precedió en el uso de la palabra el historiador británico Edward Thompson, miembro de la Campaña para el Desarme Nuclear de Gran Bretaña. "Nosotros hemos sido testigos de los efectos reales de la pertenencia a la OTAN y no deseamos que el pueblo español tenga nuestra misma experiencia", dijo Thompson.

"Se ha salvado la honra del partido, estamos aquí por una cuestión de conciencia", dijo por su parte Francisco Sánchez Ramos, catedrático y viejo militante de Izquierda Socialista (corriente crítica en el PSOE), que sostenía con otros compañeros una gran pancarta que a todos llamó la atención al estar reflejadas las siglas del partido. "Participaremos en esta campaña hasta el final", indicó Sánchez Ramos, profundamente emocionado al comprobar la ovación permanente que provocaba este grupo de unas 50 personas afiliadas al partido en el Gobierno. Los numerosos infórmadores, incluido un equipo de la televisión soviética, se afanaron infructuosamente en buscar una inexistente pancarta que estuviera sostenida por los otrora presentes, en actos de este tipo, miembros de Izquierda Socialista.

Situado en medio de laa manifestación caminaba el grueso de representates de la Plataforma Cívica por la Salida de España de la OTAN, que agrupa al PCE, CC OO, Federación Progresista, Pasoc, PCEml, Asociación Pro Derechos Humanos y otros. En cabeza, los principales dirigentes de estas organizaciones, con gran presencia de miembros del PCE. Gerardo Iglesias, secretario general de este partido, quiso resaltar que la manifestación no se producía en contra del Gobierno ni de su gestión. "Cuando Fraga dice que si el referéndum lo pierde el Gobierno Felipe González tiene que dimitir, le está haciendo un gran favor porque lo plantea en términos de plebiscito, y eso es desvirtuar los hechos", dijo Iglesias.

El presidente de la Federación Progresista, Ramón Tamames,

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explicó la conveniencia de que España abandone la OTAN, dado que, a su juicio, es una organización dirigida por Estados Unidos. Para cuando se haya celebrado el referéndum "ganado por el no", Tamames propuso el abandono de territorio español por las tropas norteamericana. "Hay que plantear el final amistoso de esa presencia", dijo Tamames.

A pocos metros se situaba la pancarta que agrupaba al PCPE (Partido Comunista de los Pueblos de España), dirigido por Ignacio Gallego, quien estaba acompañado por la cantante y actriz Pepa Flores, puño permanentemente en alto y clavel rojo en el pelo. Gallego calificó de "grandiosa" esta manifestación, y la consideró señal inequívoca del resultado del referéndum.

El diputado comunista Santiago Carrillo, separado de Iglesias y Gallego, caminaba con sus seguidores tras la pancarta de la Mesa para la Unidad de los Comunistas. "Ésta es la manifestación mas grande después de la que se desarrolló a favor de la Constitución tras la intentona golpista del 23 de febrero", dijo Carrillo.

El secretario general de las Juventudes Comunistas, Jesús Montero, manifestó: "Siento que no estén aquí los jóvenes socialistas". No obstante, algunos miembros de las Juventudes Socialistas estuvieron presentes, a título individual, en esta manifestación.

Colores republicanos

Todos los efectivos del Partido Humanista estuvieron presentes en esta marcha, ataviados con vivos colores anaranjados, en con traste con una numerosa presencia de banderas negras y rojas de la CNT. La Asociación Republicana Democrática Española (ARDE) lució con profusión los colores de la República en esta concentración de organizaciones heterógeneas tan sólo unidas en esta coyuntura por su deseo de que España abandone la Alianza.

También participaron trabajadores de Correos, Telefónica, estudiantes y profesores de institutos de bachillerato de diversas regiones de España, facultades universitarias, una representación de la Liga Comunista Revolucionaria, del Movimiento Comunista y Cristianos por la Paz, entre otros.