UGT abandona la unidad sindical y plantea dejar la huelga

Ana García, representante de Justicia de UGT, resumía el martes el "único logro" de Bermejo: "Ha conseguido que nos unamos todos los sindicatos sin fisuras". Ahora, ni eso. Precisamente la UGT se desmarcó ayer del resto de los convocantes y planteó una nueva solución: desconvocar la huelga si el Gobierno se compromete a abrir una "negociación seria y rigurosa en un plazo de 48 horas que permita alcanzar un acuerdo equilibrado, justo y digno que satisfaga los intereses de ambas partes".

La negociación que empieza hoy no cumple esos requisitos. Es lo que piensa Julio Lacuerda, secretario general de la Federación de Servicios Públicos del sindicato. "Esa mesa no vale para nada; es más de lo mismo. Pero todavía estamos en plazo. Si hacen una iniciativa seria, podremos negociar con las manos abiertas y limpias, sin la presión de la huelga", decía ayer. Lacuerda niega que nunca haya habido una plataforma sindical, sino unos intereses comunes. "No compartimos algunas escaramuzas ni estamos totalmente de acuerdo con el desarrollo del referéndum", explicó.

Esta ruptura ha sido acogida con sorpresa por el resto de los sindicatos, cuyos portavoces aseguran que haga lo que haga UGT, el resto (CC OO, CSIF y STAJ) sigue siendo mayoritario. "La huelga continuará hasta que los funcionarios digan lo contrario en un referéndum", añadían.

La decisión de UGT fue tomada por la cúpula del sindicato, no por los representantes de Justicia, que hasta última hora del miércoles, día del referéndum, eran una piña con el resto de los sindicatos. Este periódico no consiguió contactar ayer con ninguno de los portavoces en el conflicto. Tampoco pudieron hacerlo los responsables de otros sindicatos, quienes afirmaron que "desaparecieron y están perdidos".