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Las finanzas de la mayor universidad

La Universidad Complutense creó una 'caja b' para pagar trabajos irregulares

Una auditoría encargada por los actuales gestores destapa las prácticas anómalas entre 1999 y 2002

Patricia Ortega Dolz

La Universidad Complutense de Madrid, la mayor de España -con un presupuesto anual de 420 millones de euros, 90.000 estudiantes, 5.000 profesores y 3.500 trabajadores-, desarrolló entre 1999 y 2002 un sistema de financiación paralelo al oficial que se nutría de fondos no declarados de seis colegios mayores. Con ese dinero se pagaron al menos 894.000 euros en gratificaciones a personal de la Complutense y ajeno a ella. Entre los beneficiarios está un vigilante privado que protegió a los diputados socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez cuando éstos abandonaron su grupo e impidieron que la izquierda gobernara la Comunidad de Madrid.

El escolta de Tamayo y Sáez, tránsfugas del PSOE, cobró dinero de los colegios mayores
El supuesto máximo responsable de la 'caja b' era el ex gerente de la UCM Dionisio Ramos
El dinero procedía de las cuotas de alumnos de los seis colegios mayores de la UCM
La auditoría de Berzosa, entregada en un juzgado, halla una cuenta a nombre de testaferros
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Una leyenda del Nebrija
DOS RECIBOS A NOMBRE DEL ESCOLTA EXPÓSITO
Un cheque al portador y una cuenta 'fantasma'
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Dionisio Ramos, anterior gerente general de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y ex alto cargo del primer Gobierno del PP en la Comunidad de Madrid, presuntamente era el principal responsable de un sistema de financiación paralela que se mantuvo durante años en la institución madrileña para efectuar pagos irregulares. Con el dinero procedente de esa "caja B" se abonaron gratificaciones a funcionarios de la Universidad y a personas ajenas a la misma. Entre esos pagos figuran varios (los recibos se reproducen en esta página) a Juan Antonio Expósito, el escolta que protegió a los ex diputados del PSOE Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez durante la crisis que ambos provocaron al desertar de las filas socialistas tras las elecciones autonómicas madrileñas de 2003. Según documentos en poder de EL PAÍS, y otros analizados por una auditoría externa de la Universidad que ha sido puesta a disposición judicial, sólo entre los años 1999 y 2002, se hicieron pagos irregulares por valor, al menos, de 894.000 euros (unos 150 millones de pesetas).

Estas operaciones comenzaron, según las fuentes consultadas por este periódico, hace más de una década y se prolongaron hasta la elección, en mayo de 2003, de Carlos Berzosa como nuevo rector de la Universidad en sustitución de Rafael Puyol.

EL PAÍS ha tenido acceso a decenas de documentos originales que prueban la existencia de esa contabilidad paralela, que se nutría de los pagos de los 950 alumnos hospedados en los seis colegios mayores propios de la institución. La administración de este irregular sistema de financiación tenía su sede en el Colegio Mayor Antonio de Nebrija, del que Ramos fue director (y colegial en sus tiempos de estudiante) y que era dirigido por su propia hermana, Maribel Ramos, que desde 2000 ostentaba el cargo de administradora de los colegios mayores.

La auditoría externa encargada por el rector Berzosa poco después de llegar a su cargo, ya remitida al Juzgado número 40 de la Plaza de Castilla de Madrid, corrobora la existencia de la financiación irregular en esta universidad.

"La auditoría externa de la Universidad Complutense de Madrid del ejercicio económico 2002, realizada por Price Waterhouse Coopers, constata falta de control en la facturación de los Colegios Mayores propios de la Universidad, lo que se manifiesta en ingresos no incorporados al presupuesto de la Universidad y falta de contabilidad de gastos", afirma el informe elaborado por el rector. Se confirma así, según añade el informe, la "existencia de un segundo canal económico paralelo y complementario de los canales oficiales de la UCM, basado en movimientos de dinero en efectivo con tres fuentes de entrada: reservas de plaza de los colegiales, cobro de mensualidades directas de algunos de ellos y cobros de los alojados en los meses de verano".

Según los documentos oficiales, con el dinero de esa "caja B" se pagaron distintas cantidades a 26 personas, además de al vigilante privado Expósito, entre las que se encuentran vicerrectores, gerentes y técnicos de la administración, algunos de los cuales son familiares directos de Ramos.

Los recibos a nombre de Juan Antonio Expósito, por un valor de 4.800 euros, introducen, sin embargo, una sospecha de conexiones políticas por la vinculación del escolta con la crisis creada en 2003 en la Asamblea de Madrid.

Tras la comisión de investigación abierta por aquellos hechos, que intentó demostrar sin éxito la existencia de una trama urbanística vinculada al PP detrás de aquel episodio, tanto Expósito como Dionisio Ramos declararon ante el juez a finales del año pasado. En esa comparecencia, ambos aseguraron no conocerse personalmente. Expósito lo negó pese a haber reconocido, ya en prisión y mediante un manuscrito, que sus servicios habían sido pagados por la Complutense y que Ramos le había encargado la vigilancia de algunas personas de la Universidad.

Ramos, en una brevísima conversación telefónica con este periódico, insistió en que no conocía "de nada" a Expósito y aseguró que preparaba una demanda en defensa de su "honor" y contra las "calumnias" vertidas por los medios de comunicación. Y declinó dar explicaciones sobre los pagos.

Los recibos a favor de Expósito en poder de este periódico, en los que éste cobra por un trabajo en concepto de "unidad de vigilancia" de la Universidad, llevan el membrete de los Colegios Mayores de la Complutense.

Pese a los desmentidos de ambos y las versiones contradictorias mantenidas ante el juez por Expósito, los documentos recabados por este periódico vinculan al escolta y al gerente de la Complutense en un momento en el que el PP podía haber perdido el Gobierno de la Comunidad y que la espantada de los dos tránsfugas evitó.

Los socialistas mantienen que Dionisio Ramos está unido por lazos de amistad, de política y de negocios con José Luís Balbás, que fue expulsado del PSOE tras conocerse su implicación en la crisis de los tránsfugas de la Asamblea de Madrid. Balbás era el jefe político de Tamayo y Sáez en un grupo de socialistas que se autodenominaban renovadores por la base. Ramos, leonés, y Balbás, palentino, militaron juntos en las juventudes de UCD de Castilla y León. Una persona cercana a ambos recuerda que Balbás fue uno de los invitados a la boda de Ramos, que se celebró en "su Colegio Mayor", el Antonio de Nebrija. Ramos y Balbás compartieron después intereses económicos. El ex gerente ha sido administrador único de Alcázares Golf, un complejo residencial y de ocio en Murcia participado por las empresas de Balbás.

Antes de llegar a la gerencia, Ramos ejerció como vicegerente de obras de la UCM entre 1987 y 1995, bajo el rectorado de Gustavo Villapalos, a quien también acompañó como secretario general técnico en la Consejería de Educación, bajo Gobierno del PP en la Comunidad de Madrid (1995). Durante ese tiempo en la vicegerencia de obras, Ramos promovió residencias para personal universitario en el campus de Somosaguas (Pozuelo, Madrid). Estos proyectos fueron parados en distintas ocasiones por falta de autorización y retomados después. Ahora han sido aprobados por el Ayuntamiento de Pozuelo, según fuentes universitarias.

La auditoría encargada por el rector Berzosa ha comprobado la existencia de una cuenta corriente que entre 1995 y 2001 estuvo a nombre de diferentes testaferros -desde subdirectores de colegios mayores hasta becarios- y con la que se operaba para los pagos irregulares. En esa cuenta (la misma que corresponde el cheque de la foto), según el informe del rector, "se ingresaban cantidades derivadas de la utilización de los colegios mayores y diversos cobros y talones a lo largo del año". "Los cobros canalizados por esta vía", añade la auditoría, "superarían los 105 millones de pesetas en 2000".

El informe señala que el dinero recaudado se utilizó "al menos para las siguientes finalidades: pagos y gratificaciones a personas de Colegios y no vinculado a ellos; pagos anónimos entre los años 1998 y 2001 de importe elevado, que incluyen a título de ejemplo 80 pagos de 3.000 euros en el año 2000".

Los recibos llevan el membrete de los Colegios Mayores e incluyen distintos conceptos por cada pago. Uno de ellos es el de "curso de verano". Los responsables actuales de la Universidad aseguran no se imparten cursos en los Colegios Mayores. Fuentes de la Unidad de Contabilidad de la Universidad aseguraron que nunca habían visto ni oído hablar de tal concepto. Según personal de la administración universitaria, los pagos vulneran principios básicos de la Ley de Administraciones Públicas, además de aquellas normas propias de la ejecución del presupuesto de la Universidad.

En el caso de Ramos aparecen varios recibos que superan los 6.000 y los 12.000 euros a su nombre, algunos sin indicar el concepto, con una cantidad determinada de dinero y su firma, sin más.

Algunos son pagos a la Fundación de la Universidad Complutense. Dicho organismo, donde trabaja actualmente la hermana de Ramos, es una entidad sin ánimo de lucro constituida en 1984, cuyo secretario fue durante años el propio Dionisio Ramos. En muchos de los pagos analizados por EL PAÍS aparece junto al concepto de "Fundación" el de "gratificación vicerrectores". El total pagado a los vicerrectores en 2000 fue de 45.000 euros en distintos pagos de 3.000 euros cada uno.

Un portavoz del gabinete de prensa de la Universidad declaró al respecto: "Es probable que los vicerrectores que cobraron así desconocieran cuál era el procedimiento administrativo que había detrás de esas gratificaciones y que tampoco supieran nada de la ley".

Otros beneficiados por estos pagos son el ex vicegerente general de la universidad, un ex asesor del Gabinete del rector, el ex gerente de la facultad de Educación, un ex contable de los Colegios Mayores y varios de los entonces directores de Colegios Mayores, entre muchos otros. Algunos han reconocido haber recibido dinero hasta "en sobres", pero dijeron que ignoraban que fuese una irregularidad.En la documentación en poder de EL PAÍS aparecen recibos correspondientes a dos primos del ex gerente, Pedro Ramos y Manuel Gallego Ramos.

Pedro Ramos, que según los recibos habría recibido 4.800 euros entre julio, agosto y septiembre de 2000 en concepto de "gratificación trabajos varios de control y gestión cursos de verano", aseguró durante la investigación no haber tenido ninguna relación laboral con la Universidad ni con los Colegios Mayores, aunque dijo haber sido colegial del Antonio de Nebrija. Manuel Gallego Ramos, con quien no llegó a contactar este periódico, era en 2003 director del área de Promoción Inmobiliaria de la Fundación y el tesorero del Club Deportivo Complutense, y recibió en ese periodo, en concepto de "Club deportivo", la cantidad de 48.000 euros (ocho millones de pesetas) de los Colegios Mayores.

Fuentes cercanas a Dionisio Ramos aseguran que éste se dedica ahora a la promoción inmobiliaria en Murcia. Carlos Berzosa ha trasladado su informe al juez por si los hechos pudieran ser constitutivos de delito.

Eduardo Tamayo, a la izquierda, sale del hotel AC Los Vascos el 11 de junio de 2003 junto a su escolta.
Eduardo Tamayo, a la izquierda, sale del hotel AC Los Vascos el 11 de junio de 2003 junto a su escolta.CUATRO

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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