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40 pasajeros de un avión, heridos a causa de una turbulencia

Un avión DC-10 de la compañía venezolana Viasa, que cubría el trayecto Caracas-Roma, se vio ayer obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Gran Canaria tras haber padecido lo que se denomina técnicamente "una turbulencia de aire claro" (una especie de vacío), que causó 40 heridos. Trasladados a varios hospitales de Las Palmas, tan sólo cuatro permanecían anoche ingresados o en observación, pero ninguno en estado grave.El incidente se produjo hacia las dos de la madrugada, cuando el vuelo 727 se encontraba a unas dos horas del archipiélago canario. En apenas 30 segundos, el aparato descendió unos 1.000 metros desde la altura de 15.000 a la que se hallaba. La virulencia de la rápida caída hizo que muchos de los 154 pasajeros en su mayoría, italianos-, aquéllos que no tenían abrochados los cinturones de seguridad, se estrellaran contra el techo del avión o rebotasen contra los asientos delanteros. Cuarenta, tres de ellos niños, sufrieron luxaciones de hombros, fracturas de clavícula, roturas de tabique nasal y mandíbula y contusiones.

La mayor parte de los viajeros prosiguieron más tarde hacia su destino, Roma, en el mismo avión, en cuyo interior se produjeron numerosos desperfectos, pero sin que afectaran a sus condiciones de vuelo.

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