Asesinado un policía nacional cuando iba a su domicilio en la localidad vizcaína de Sopelana
Tres disparos de Pistola acabaron ayer con la vida del policía nacional Manuel Francisco García San Miguel, adscrito al parque móvil de la comisaría de Guecho, en un atentado terrorista registrado a primera hora de la mañana en las inmedíaciones de la estación de ferrocarril de Sopelana (Vizcaya).
Manuel Francisco García San Miguel, de 27 años, casado con Milagros Fernández y padre de una niña de un año de edad, acababa de apearse en la estación de Sopelana, localidad costera vizcaína en la que vivía con su familia desde hace dos o tres meses, tras haber cumplido su turno de noche como conductor de un coche patrulla del servicio del 091.A las 8.45 horas, cuando se dirigía hacia su domicilio, dos jóvenes se le acercaron e hicieron tres disparos, que le alcanzaron en el cuello y el pecho. En el lugar fueron hallados después tres casquillos marca SF, calibre 9 milímetros parabellum, por lo que parece fuera de duda la responsabilidad de ETA Militar, informa desde Bilbao Patxo Unzueta.
El policía quedó tendido, ya sin vida, en el suelo, en medio de un gran charco de sangre. Se desconoce si los agresores esperaban en el lugar o se apearon del mismo tren de la línea Bilbao-Plencia en que había viajado la víctima. El gobernador civil de Vizcaya, Julián San Cristóbal, hizo por radio una petición pública de colaboración ciudadana, y advirtió a los autores del atentado "que no descansaremos hasta localizarlos, que vamos a ir por ellos y que lo van a pagar sin ninguna duda".
La víctima había nacido el 22 de febrero de 1956 en el barrio de San Salvador, del municipio lucense de Guitiri. Llevaba cuatro años destinado en Vizcaya. La capilla ardiente quedó instalada en el acuartelamiento de la Policía Nacional de,Basauri (Vizcaya), donde hoy se celebrarán los funerales.
El muerto en la explosión, próximo a Herri Batasuna
El joven de 23 años que resultó muerto en la madrugada de ayer, cuando manipulaba, al parecer, un artefacto compuesto por unos dos kilos de un potente explosivo, fue identificado como Antonio Tolosa González y era miembro del comité antinuclear de la Parte Vieja de San Sebastián, donde residía, informa Isabel Martínez desde San Sebastián.Familiares y amigos del joven fallecido hicieron pública una nota en la que afirman que "la muerte de Antxon es una muerte más en la lucha por la liberación nacional y social de nuestro pueblo" y que este hecho "se debe a la ausencia de vías democrática que permitan alcanzar logros ampliamente sentidos por el pueblo trabajador vasco". Igualmente, un hermano y dos amigos de Antonio Tolosa afirmaron, en una conferencii de prensa celebrada en la sede de Herri Batasuna, haber acordado no suspender las fiestas del Carmen, que se celebran este fin de semana en el puerto de San Sebastián, y darles carácter de homenaje al fallecido, integrante de la comisión organizadora de los festejos.
La explosión, tan fuerte que se oyó en toda la ciudad, se había producido minutos después de la una de la madrugada de ayer, en las inmediaciones del puerto de San Sebastián. Testigos presenciales afirmaron haber visto caer sobre el muelle restos humanos. El cuerpo del joven completamente destrozado, seccionado por la cintura.
Al menos una persona más podría haber resultado herida, según fuentes del Gobierno civil, ya que del lugar en que apareció el cuerpo de Antonio Tolosa partía un reguero de sangre que condujo a las fuerzas de seguridad del Estado a realizar un rastreo intensivo del monte Urgull y zonas inmediatas, sin ningún resultado. Cerca del cadáver se halló una bolsa con dos pantalones vaqueros y un equipo subacuático, que se supone iba a ser utilizado para colocar el artefacto.
En la mañana de ayer, la policía procedió al registro del domicilio de Antonio Tolosa y detuvo a Angel Galán Calzada, amigo del joven muerto.
