_
_
_
_
_

Víctimas del terror en el Sáhara

Interior revisa los casos de españoles desaparecidos en la ex colonia

Natalia Junquera

A los cinco meses de su secuestro le dieron por muerto y celebraron su funeral. Cuando Pedro Alemán regresó a su casa, en Las Palmas, cuatro meses después, fue incapaz de no comportarse como un fantasma. "Había dejado cinco hijos, uno recién nacido. Cuando volví ya caminaba y pensaba que papá era el aparato de radio". Alemán, cocinero del barco Garmonar, fue secuestrado por el Frente Polisario el 22 de mayo de 1980 cuando faenaba en la costa del Sáhara. Y 27 años después está a punto de recibir una indemnización como víctima del terrorismo.

"Preguntaba: '¿Mi marido está preso?, ¿soy viuda?', y nadie sabía contestarme"

"Nos tenían en el desierto, sin nada que comer o que hacer. Decían que teníamos que sufrir como sufría su pueblo. Un día pusieron la radio y oí a mi mujer llorando porque no podía mantener a nuestros cinco hijos. Ella no sabía que yo seguía vivo", recuerda Alemán emocionado. "Cuando nos liberaron, cada uno se fue a su casa y nadie se hizo cargo. No pude hablarlo ni olvidarlo. Es mi primer pensamiento al abrir los ojos cada mañana. Acabo de cumplir 76 años".

Como Alemán, más de 20 pescadores (la mayoría canarios) y militares fueron secuestrados en la ex colonia española entre 1975 y 1986. Al menos otros 11 murieron o desaparecieron en circunstancias nunca aclaradas. La mayoría de los documentos del Sáhara están clasificados como secreto hasta el año 2026.

Rita Vega, de 64 años, no supo nunca por qué su marido, Tomás Carballo, no volvió a casa en el barco en el que había invertido todos sus ahorros, el Mencey de Abona. "La última vez que hablé con él me dijo que se volvía antes porque le apetecía pasar la Navidad con los niños. A los pocos días encontraron en el mar a uno de sus compañeros, Domingo Santana, atado de pies y manos, ahorcado con una de las cuerdas del barco. Muerto. En la Casa del Mar nos dijeron que no hiciéramos luto ni funerales. Yo preguntaba: '¿Mi marido está preso?, ¿soy viuda?'. Y nadie sabía contestarme".

Carballo desapareció el 15 de diciembre de 1980. A los cinco años, su mujer empezó a cobrar una pensión de viuda de 19.000 pesetas con la que apenas podía mantener a sus cinco hijos. Veinticinco años después Rita Vega recibió una indemnización como víctima del terrorismo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La mayoría de aquellas víctimas de "la violencia política", según la Dirección General de Víctimas del Terrorismo, que prendió en el Sáhara cuando España decidió abandonarlo, han sido indemnizadas recientemente. Pero las ayudas no han aliviado sus delicadas situaciones económicas ni el resentimiento alimentado durante dos décadas de incertidumbre y abandono. Una delegación del Ministerio del Interior acaba de regresar de un viaje en el tiempo para visitar a estas familias en Canarias y se ha comprometido a revisar su situación.

Yolanda Alemán todavía no ha sido indemnizada por la desaparición de su marido, José Silvestre hace 27 años a bordo del Agadir 11. Ella sí recibió algunas explicaciones, aunque el mensaje y el emisor la atormentan todavía: "A los pocos días de su desaparición, un hombre con acento árabe me dijo por teléfono que mi marido había muerto al quedar atrapado en un enfrentamiento entre Marruecos y el Polisario. Semanas más tarde un cura nos envió desde Marruecos su cartera", recuerda. "Mi pensión de viuda dice que murió por enfermedad, ¡pero yo no tuve a ningún enfermo en casa!".

Lucía Jiménez, presidenta de la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo e hija de un electricista que quedó ciego y sordo por la explosión de una mina en 1976 en el Sáhara, reclama al Gobierno que elabore un censo de las víctimas de la ex colonia española y ayudas que resarzan "décadas de desamparo". Su padre, Francisco Jiménez, murió meses antes de recibir la indemnización por la que había peleado toda su vida.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_