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Reportaje:

Víctimas y verdugos en la toma de Granada

Los 'ultras' empañan la celebración de la entrada en la ciudad de los Reyes Católicos

Un total de 5.000 personas asistieron ayer en Granada a los actos de celebración de la toma de la ciudad por los Reyes Católicos en 1492, lo que constituyó el fin de la Reconquista. Pese a que los actos se celebraron sin incidentes destacables, un año más la extrema derecha aprovechó la celebración para hacerse notar. Unos 200 ultraderechistas exhibieron banderas falangistas y gritaron contra el Gobierno.

Pese a tratarse de una minoría, los grupos de extrema derecha adquirieron cierto protagonismo con el lanzamiento de proclamas contra el Gobierno, los inmigrantes y la libertad. Los miles de granadinos que los rodeaban apenas rechazaron a los radicales, que parecían perfectamente integrados en la fiesta.

Los actos de conmemoración del 515º aniversario del día en el que el rey Boabdil entregó la ciudad a los Reyes Católicos comenzaron a primera hora de la mañana. El sol radiante del que se disfrutó ayer animó a muchos granadinos a echarse a la calle y a asistir a la procesión del pendón real, que siempre estuvo acompañado por una comitiva oficial formada por el alcalde, los concejales y representantes de la Iglesia y del Ejército.

Mención a ETA

En la catedral, el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ofició una misa en la que recomendó a los cristianos "tener presentes" a las víctimas y "pensar en ellas" cada vez que se lleve a cabo cualquier paso relacionado con ETA. Después, en la plaza del Carmen, aprovechando la afluencia de público de una celebración que respalda la mayoría de los granadinos, grupos de extrema derecha se instalaron frente el Ayuntamiento ondeando banderas falangistas y preconstitucionales. Los radicales lanzaron consignas contra el presidente del Gobierno, el separatismo y la inmigración.

Cuando la comitiva oficial se asomó al balcón del Ayuntamiento con el estandarte real, los miles de granadinos congregados en la plaza pidieron silencio a los radicales y se escucharon algunos pitidos, a lo que siguió el comienzo de la tremolación. El concejal de Juventud, Juan Antonio Fuentes, como manda la tradición, gritó tres veces el nombre de la ciudad, a lo que los asistentes contestaron con un "qué" uniforme. Fuentes concluyó el homenaje con el tradicional "por los ínclitos Reyes Católicos, don Fernando V de Aragón y doña Isabel I de Castilla. ¡Viva España!, ¡viva el Rey!, ¡viva Andalucía! y ¡viva Granada!", a lo que siguió el himno nacional.

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Tras el acto, los radicales se dirigían a la sede del PSOE, donde finalmente se dispersaron sin incidente alguno.

La plataforma Granada por la Tolerancia realizó ayer los llamados "contra actos" del Día de la Toma. Integrada por colectivos de la ciudad, la plataforma calificó la celebración como "una manipulación histórica y un homenaje a los verdugos que olvida a las víctimas". El portavoz de la plataforma, Javier López, dijo que los actos "desde hace algunos años se han convertido en una fiesta de falangistas y de franquistas que ya no tiene vuelta atrás". Los representantes de la organización propusieron que el 2 de enero deje de ser "una concentración neofranquista" para convertirse en una fiesta de la convivencia entre culturas.

El concejal de Juventud de Granada ondea ayer el pendón desde el balcón del Ayuntamiento.
El concejal de Juventud de Granada ondea ayer el pendón desde el balcón del Ayuntamiento.M. ZARZA

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