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Vuelta al trabajo, no a la normalidad

El atasco producido por la huelga de Justicia durará varios meses

Pablo Linde

El magistrado Antonio Mejías sabe que estará solo en muchos de los juicios que tiene en su agenda. No habrá ni acusados ni abogados ni testigos. Calcula que la mitad de las vistas previstas para las próximas semanas tendrán que suspenderse, porque las citaciones no habrán llegado a las partes. Son las secuelas de más de dos meses de huelga de los funcionarios del Ministerio de Justicia, que ayer volvieron al trabajo y encontraron miles de kilos de papeles esperando a ser despachados.

En el Palacio de Justicia de Ciudad Real, donde trabaja el juez Mejías, las montañas de documentos están en las mesas y los suelos. Lo primero es ordenarlos. Discriminar los más importantes para darles prioridad, dar salida a todo lo que estaba resuelto y estancado para después comenzar a clasificar lo que ha entrado durante los dos últimos meses. Los funcionarios han vuelto a sus puestos de trabajo, pero no a su labor cotidiana. La fase actual en las siete comunidades afectadas por los paros, además de los órganos centrales, es organizar cómo van a abordar esa tarea en los próximos meses.

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A primera hora de la mañana hubo reuniones por departamentos. El fiscal jefe, Jesús Caballero, convocó a todos los funcionarios y fiscales para coordinar el trabajo que tienen por delante. "La actitud de los trabajadores es muy positiva, se les ve con ganas y yo soy optimista; pronto volveremos a la normalidad", decía ayer.

Pero no todos son tan positivos. El juez Mejías hojea su agenda y calcula que en el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia que está a su cargo hay casos que entraron durante la huelga y no se podrán abordar hasta el año que viene. El secretario judicial que trabaja con él, Javier Ruiz, asiente: "Y eso que estábamos prácticamente al día; en las salas con retrasos el embotellamiento será mayor". El cálculo de la mayoría de profesionales es de en torno a un año para recuperar el trabajo perdido. Los sindicatos calculan que se han paralizado en toda España más de 130.000 procesos judiciales, cifra que el ministerio rebaja a menos de 50.000.

El acuerdo que firmó el domingo el titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, con los sindicatos y que fue ratificado el lunes en referéndum por los funcionarios, contiene unos planes de actuación para sacar adelante todo el trabajo pendiente. Durarán tres meses prorrogables a otros tres, según dijo el ministro. Pero ese tiempo no va a ser suficiente en todos los órganos, aseguran los funcionarios. Manuel Román, uno de ellos, cree que lo fundamental es ponerlos en marcha lo antes posible: "Espero que el ministerio no cometa la torpeza de tardar otros dos meses, porque esto así no se solucionará nunca".

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Román era hasta hace unos días delegado de UGT. Dimitió de esa labor tras la retirada de su sindicato de la huelga antes de firmar el acuerdo. "No me siento identificado con esa postura; ni yo, ni decenas de compañeros que se están dando de baja del sindicato", explica.

Ciudad Real es una de las ciudades más concienciadas con la huelga. Si por los funcionarios de esta provincia fuese, seguirían en el paro: el referéndum celebrado el pasado lunes arrojó un rechazo al acuerdo de más de un 60%. De hecho, al entrar en el edificio judicial todavía puede dar la impresión de que hay huelga. Ayer aún quedaban en las paredes cientos de papeles de rechazo al ministro y con consignas como Esto es un atraco; No, no, no a la propuesta o No te dejes engañar.

Esta misma imagen podía dar en el Palacio de Justicia de Extremadura. Los pasillos y las salas de juicios permanecían vacíos. Los vigilantes aseguraban no recordar un día laborable tan poco concurrido, informa Inmaculada Franco.

Los juzgados se están desperezando después de un largo letargo. Y no es bueno que se despierten de golpe, según Cipriano Arteche, decano del Colegio de Abogados de Ciudad Real: "No podemos pasar de inactividad procesal absoluta a tener decenas de juicios; los letrados necesitan tiempo para preparar las defensas".

Pero muchas cuestiones requieren celeridad. Porque cuando alguien llega al registro civil a inscribir a su hijo ve cómo los funcionarios ponen su expediente al final de una gruesa pila de folios. "Aquí lo hacemos todo por orden cronológico", explica una funcionaria. Pero también hay quien se benefició de la huelga, según el juez Mejías: "Cuanto más tardemos en ponernos al día, mejor para quienes no pagan sus deudas o se resisten a ser desahuciados".

Un funcionario de la fiscalía de Ciudad Real comenzaba ayer a ordenar expedientes para ponerlos al día.
Un funcionario de la fiscalía de Ciudad Real comenzaba ayer a ordenar expedientes para ponerlos al día.CRISTÓBAL MANUEL

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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