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Rafael Pastor trajo las conclusiones sobre el asesinato del embajador en Zimbabue

Los dos técnicos de Construcciones Aeronáuticas, SA (CASA), Pedro Maten Cubells y Jesús Martínez Ziganda, que permanecieron retenidos durante siete días en Zimbabue por la policía del país africano para investigar el asesinato del embajador español, José Luis Blanco Briones, llegaron ayer por la mañana a Madrid, acompañados de sus esposas y de Rafael Pastor Ridruejo, director general de Asuntos Consulares para África del Ministerio de Asuntos Exteriores. Pastor Ridruejo afirmó que trae a España las conclusiones a las que han llegado las autoridades de Zimbabue sobre el asesinato de Blanco Briones.

Con respecto a las citadas conclusiones, Rafael Pastor dijo que se las haría llegar al ministro de Exteriores, y se negó a hacer comentarios. Dijo también que la policía continúa investigando diferentes pistas con relación al asesinato y añadió que se habían descartado los móviles políticos pero no los de robo.Pastor consiguió el permiso de las autoridades de Zimbabue para que los dos técnicos pudieran permanecer bajo custodia en la Embajada española hasta que concluyeran las diligencias judiciales y subrayó el "apresuramiento con que ha obrado la policía en el tema de los dos técnicos españoles". Los dos técnicos de CASA dijeron que el único motivo por el que permanecieron "retenidos, y no detenidos" en las dependencias policiales zimbabuas fue "por el hecho de que nosotros fuimos las penúltimas personas que vimos con vida al embajador" y añadieron que "todo lo que ha ocurrido ha sido una mera coincidencia, Zimbabue siempre fue para nosotros un lugar seguro".

Definieron a Blanco Briones como una persona "culta, muy educada y amable". "Nosotros", dijeron, "teníamos por norma, cada vez que aparecíamos por allí, comer o cenar con él, y desde luego aquella noche no parecía estar preocupado". Según declararon Mateu y Martínez, que estuvieron recluidos en una celda, recibieron un trato correcto y nunca tuvieron miedo por la situación legal en la que se encontraban, aunque sí una cierta "prevención a que se rompiera el hilo que nos mantenía comunicados con la Embajada española".

Preguntados sobre la posibilidad de tener que volver a Zimbabue, Jesús Martínez bromeó: "Bueno, hay que hacer la maleta, pedir los billetes y marcharse". Y añadió: "Pero esperamos que no sea mañana". Escenas 'emotivas se produjeron en Barajas cuando varios compañeros de trabajo y familiares de Martínez y Mateu les recibieron en la puerta de la sala de prensa y se abalanzaron sobre ellos en cuanto los tuvieron a la vista. Los dos técnicos salieron ayer hacia Tarragona y Valencia para comenzar, junto con sus familias, sus vacaciones.

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