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Zapatero y Berlusconi reafirman su "profunda amistad"

Los Gobiernos de Madrid y Roma hicieron ayer piña ante las críticas de la prensa de ambos países tras la cumbre bilateral del jueves en La Magdalena, y subrayaron que las relaciones entre ambos países son de "absoluta cordialidad". Silvio Berlusconi, primer ministro italiano, y José Luis Rodríguez Zapatero hablaron ayer por teléfono, y según una nota emitida por Palazzo Chigi (residencia oficial del Gobierno italiano), mantuvieron una "conversación cordial, en la que se constató la profunda amistad entre España e Italia y entre los líderes de ambos países".

Además, el Gobierno español, a través del secretario de Estado para la Comunidad Europea, Diego López Garrido, explicó de forma pública que Zapatero no había pretendido en ningún caso criticar a Berlusconi cuando el viernes, en París, comentó que había guardado silencio por "cortesía institucional" ante la polémica disertación del primer ministro italiano en la conferencia de prensa posterior al encuentro.

Durante esa alocución, Berlusconi recurrió a numerosos tópicos machistas para tratar de disculparse ante la delegación española por su broma de hace un año sobre el color "demasiado rosa" del Ejecutivo Zapatero. En el telediario principal de la cadena pública RAI, el TG1, López Garrido señaló anoche: "Las declaraciones de Zapatero han sido claras y no es posible hacer ninguna interpretación añadida: [no hubo] ninguna crítica a las palabras de Berlusconi".

Continuos contactos

A pesar de la visita privada que el presidente español realizó a Villa Certosa con Berlusconi, según dijo también por "cortesía" hacia su anfitrión, Roma recibió con inquietud el viernes la respuesta diferida de Zapatero, según publicaba ayer La Repubblica, y durante todo el día de ayer hubo contactos entre los dos países para pactar una toma de posición conjunta que zanjara cualquier atisbo de crítica en las medidas palabras del jefe de Gobierno español.

Al final de la conferencia de prensa, Berlusconi respondió durante nueve minutos a una pregunta que le hizo este diario (acordada con los demás periodistas españoles presentes), sobre sus relaciones con velinas y prostitutas que han sido candidatas de su partido. Berlusconi negó haber pagado por tener sexo en su vida. Berlusconi acabó su respuesta con un ataque frontal a la prensa y en concreto a este diario, al que pronosticó "la quiebra".

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