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Zapatero advierte de que aprobará la reforma de las pensiones aunque se opongan los sindicatos

"Al día siguiente de la huelga general seguiremos con la misma actitud de diálogo", declara el presidente en Japón

"Al día siguiente de la huelga general seguiremos con la misma actitud de diálogo, pero un gobierno responsable sabe que hay momentos en la historia de un país en los que debe tomar decisiones aunque sean difíciles y duras. Lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo si es necesario". El presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha defendido esta mañana (madrugada del miércoles en España) en el Club Nacional de Prensa de Tokio las reformas estructurales impulsadas por el Gobierno para facilitar la recuperación económica y se ha mostrado dispuesto a llevarlas a cabo incluso con la oposición sindical.

"Es verdad que en el proceso de reformas hay sacrificios, [pero] los sacrificios de hoy son la puerta al bienestar de mañana y la gran mayoría de la sociedad española sabe que son necesarios. Eso no supone que las reformas y los sacrificios cuenten con el respaldo sistemático de quienes deben defender legítimamente sus intereses; en este caso, los sindicatos", ha advertido.

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Tras defender la reforma laboral , de la que dijo que afecta a "aspectos sustanciales del mercado laboral", al fomentar la flexibilidad de las empresas, reducir el coste de la contratación indefinida y combatir la precariedad, abordó la reforma del sistema de pensiones. Aunque reconoció que esta no tiene relación con la actual crisis, alegó que es "el termómetro que sirve para evaluar a largo plazo la sostenibilidad de las cuentas públicas". España y Japón, argumentó, son los países con mayor longevidad del mundo, por lo que "mantener pensiones dignar exige progresivamente trabajar algo más", por lo que propuso aplazar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años y también "mejorar el grado de contributividad del sistema"; lo que previsiblemente se traducirá en ampliar de 15 a 20 el número de años para calcular la pensión.

Zapatero mostró su confianza en que la reforma de las pensiones se pueda plasmar en un proyecto de ley antes de final de año y en lograr el acuerdo con los grupos políticos; aunque dio por descontado que en este asunto, como en la reforma laboral, tendrá enfrente a los sindicatos. "Haremos el máximo esfuerzo para el consenso social y político. Sé que no va a haber acuerdo social en algunas cosas, pero hay que hacerlas. En todo lo demás intentaré mantener ese espíritu de pacto social que es muy positivo para España".

Tanto en la conferencia -titulada "La economía española: reformas para crecer"- como en el posterior coloquio con la prensa japonesa, el presidente defendió la solvencia de la economía española y de los bonos del tesoro. "Estamos abordando las reformas que más preocupan a los inversores internacionales", subrayó. Pese a ello, tuvo que reconocer que España tiene por delante "dos años de crecimiento débil" y que la reducción del déficit es la "gran prioridad". "El tema no es si vamos a ser capaces de reducir el déficit. Lo vamos a hacer", sentenció. Ello será compatible, en su opinión, con el mantenimiento del gasto en innovación, educación y protección social en los próximos presupuestos.

Zapatero también fue preguntado por la situación de Cuba y el propósito del Gobierno español de que la UE flexibilice su política hacia la isla. La liberación de los presos políticos "es un factor positivo y debe llevar a la UE a una reflexión sobre la Posición Común que España fomenta y estamos convencidos de que conseguiremos", respondió.

Con la conferencia ante la prensa nipona, a la que asistió el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, inauguró Zapatero su visita oficial a Japón, que hoy incluye una entrevista con el primer ministro, Naoto Kan, y mañana una audiencia con el Emperador.

Zapatero tranquiliza a los compradores japoneses de deuda

"Al día siguiente de la huelga general seguiremos con la misma actitud de diálogo, pero un gobierno responsable sabe que hay momentos en la historia de un país en los que debe tomar decisiones aunque sean difíciles y duras. Lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo si es necesario". El presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha defendido esta mañana (madrugada del miércoles en España) en el Club Nacional de Prensa de Tokio las reformas estructurales impulsadas por el Gobierno para facilitar la recuperación económica y se ha mostrado dispuesto a llevarlas a cabo incluso con la oposición sindical.

"Es verdad que en el proceso de reformas hay sacrificios, [pero] los sacrificios de hoy son la puerta al bienestar de mañana y la gran mayoría de la sociedad española sabe que son necesarios. Eso no supone que las reformas y los sacrificios cuenten con el respaldo sistemático de quienes deben defender legítimamente sus intereses; en este caso, los sindicatos", ha advertido.

Reforma de las pensiones

Tras defender la reforma laboral, de la que ha dicho que afecta a "aspectos sustanciales del mercado laboral", al fomentar la flexibilidad de las empresas, reducir el coste de la contratación indefinida y combatir la precariedad, ha abordado la reforma del sistema de pensiones. Aunque reconoce que ésta no tiene relación con la actual crisis, ha alegado que es "el termómetro que sirve para evaluar a largo plazo la sostenibilidad de las cuentas públicas". España y Japón, ha argumentado, son los países con mayor longevidad del mundo, por lo que "mantener pensiones dignas exige progresivamente trabajar algo más", por lo que propuso aplazar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años y también "mejorar el grado de contributividad del sistema"; lo que previsiblemente se traducirá en ampliar de 15 a 20 el número de años para calcular la pensión.

Zapatero ha mostrado su confianza en que la reforma de las pensiones se pueda plasmar en un proyecto de ley antes de final de año y en lograr el acuerdo con los grupos políticos; aunque da por descontado que en este asunto, como en la reforma laboral, tendrá enfrente a los sindicatos. "Haremos el máximo esfuerzo para el consenso social y político. Sé que no va a haber acuerdo social en algunas cosas, pero hay que hacerlas. En todo lo demás intentaré mantener ese espíritu de pacto social que es muy positivo para España".

Zapatero también ha sido preguntado por la situación de Cuba y el propósito del Gobierno español de que la UE flexibilice su política hacia la isla. La liberación de los presos políticos "es un factor positivo y debe llevar a la UE a una reflexión sobre la Posición Común que España fomenta y estamos convencidos de que conseguiremos", ha respondido.

Con la conferencia ante la prensa nipona, a la que ha asistido el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha inaugurado Zapatero su visita oficial a Japón, que hoy incluye una entrevista con el primer ministro, Naoto Kan, y mañana una audiencia con el Emperador.

Tanto en la conferencia -titulada La economía española: reformas para crecer- como en el posterior coloquio con la prensa japonesa, el presidente ha defendido la solvencia de la economía española y de los bonos del tesoro -buena parte de la deuda pública española está en manos japonesas. Ha querido el presidente tranquilizar a estos inversores elogiando la "seriedad y fortaleza" del Tesoro español: "así ha sido, así es y

así será". Zapatero ha minimizado el diferencial del bono español con el alemán, subrayando que la rentabilidad de este último es muy baja. En cualquier caso, ha recordado el éxito de las últimas emisiones de deuda y ha mostrado convencido de que el país ha sabido superar los rumores con

el proceso de ajustes y reformas emprendido. Finalmente, ha recordado que la deuda española sigue casi 20 puntos por debajo de la media europea y confía en que no alcanzará en 2011 el 70% del PIB que ha augurado la Comisión Europea, por lo que no resultará excesivamente problemático el pago de los intereses en los próximos años.

"Estamos abordando las reformas que más preocupan a los inversores internacionales", ha subrayado. Pese a ello, ha tenido que reconocer que España tiene por delante "dos años de crecimiento débil" y que la reducción del déficit es la "gran prioridad". "El tema no es si vamos a ser capaces de reducir el déficit. Lo vamos a hacer", ha sentenciado. Ello será compatible, en su opinión, con el mantenimiento del gasto en innovación, educación y protección social en los próximos presupuestos. Aun así, reconoce que el principal problema español es la elevada tasa de desempleo, que ha alcanzado el 20%.

Como muestra de que los rumores sobre la mala salud de la economía española han calado en determinados sectores, un periodista japonés ha preguntado a Zapatero por la ayuda que ha recibido España del Fondo Monetario Internacional. "España ni ha pedido, ni ha necesitado, ni necesita asistencia ni de la UE ni del FMI", ha zanjado el jefe del Ejecutivo.

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