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Zapatero apoya la liberalización del sector petrolero mexicano

Miguel González

"Si ustedes ven que se levanta polvo, es porque estamos limpiando la casa". La frase del presidente mexicano, Felipe Calderón, pronunciada ayer en un hotel de Madrid ante más de un centenar de empresarios, se refería a la lucha contra el crimen organizado y la corrupción policial. Pero podría aludir a cualquiera de las reformas impulsadas por el político conservador desde su victoria electoral de 2006. La que más polvareda ha levantado es, sin duda, la reforma del sector petrolero, que permitiría al monopolio público Petróleos Mexicanos (Pemex) contratar con empresas privadas tareas de exploración, refino y almacenamiento de crudo.

La reforma, que actualmente se tramita en el Parlamento mexicano, ha puesto en pie de guerra a la izquierda, que acusa a Calderón de cuestionar la nacionalización de los hidrocarburos, decretada en 1939 por el general Lázaro Cárdenas.

España y México abogan por dialogar con el régimen de Raúl Castro

Calderón defendió ayer su reforma, argumentando que la propiedad del petróleo no está en riesgo y que su objetivo es aumentar las reservas de crudo, ya que las conocidas hasta ahora se agotarán en nueve años; incrementar la producción; y reducir las importaciones de gasolina. Según Calderón, la normativa vigente obliga a Pemex a exportar el crudo e importar el refinado, ya que no puede asociarse con empresarios privados para montar refinerías en México.

"Pemex debe dedicarse a su verdadero negocio: sacar petróleo a 10 dólares [el barril] y venderlo a 120". Zapatero, a quien los ojos le hicieron chiribitas con estas cifras, calificó de "interesante apuesta" la reforma de Calderón, tras mostrar su "respeto por el debate" abierto en la sociedad mexicana. La reforma "tiene un interés evidente y nosotros también estamos dispuestos a colaborar", agregó.

Calderón desayunará hoy con directivos de las principales empresas españolas con intereses en México, incluida Repsol-YPF, que estará representada por Nemesio Fernández Cuesta. Aunque la petrolera española apenas tiene negocios en México, por los impedimentos legales, la mexicana Pemex es propietaria del 5% de su capital.

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Además de apoyar la apertura energética, Zapatero elogió la "gallardía" de Calderón por su "duro y difícil" combate con el crimen organizado y el narcotráfico, al tiempo que le agradecía su colaboración en la lucha contra ETA. El presidente mexicano señaló que, aunque ambas luchas no sean equiparables, sí son "en parte semejantes", porque ambas exigen "perseverancia, contundencia y firmeza".

Los dos mandatarios coincidieron finalmente en abogar por el diálogo con Cuba. Tras señalar que los pasos dados por Raúl Castro "son positivos", Zapatero estimó que también la UE "puede dar pasos", como levantar las sanciones de 2003, aunque ello requiere que haya unanimidad.

El presidente de México, Felipe Calderón, con José Luis Rodríguez Zapatero, en La Moncloa.
El presidente de México, Felipe Calderón, con José Luis Rodríguez Zapatero, en La Moncloa.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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