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Zapatero busca blindarse en el Vaticano ante conflictos con la Iglesia española

Insólita audiencia al cardenal Cañizares, a quien el Papa ha destinado a Roma

Luis R. Aizpeolea

Resulta insólito que un presidente del Gobierno reciba a un jerarca de la Iglesia española antes de que éste se marche al Vaticano para ejercer un ministerio. Más aún cuando ese jerarca ha sido protagonista de críticas feroces contra el Gobierno por su política de ampliación de derechos (matrimonio gay, divorcio rápido...) en la pasada legislatura. Pero así sucedió ayer, cuando José Luis Rodríguez Zapatero recibió en La Moncloa al cardenal primado de Toledo, Antonio Cañizares, y próximo prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el Vaticano.

Zapatero admitió ayer, en una nota de prensa de La Moncloa, que recibió a Cañizares durante más de una hora por la proximidad que tendrá con el Papa Benedicto XVI. A La Moncloa le viene bien reforzar su relación con el Estado del Vaticano, a través de un jerarca español como Cañizares, frente a las posibles tensiones con la Iglesia española que puedan producirse esta legislatura, sobre todo a causa de la reforma de la ley del aborto.

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De primado a 'ministro'

Pese a los desencuentros entre el Gobierno y la Iglesia españolas en la pasada legislatura y las feroces declaraciones de Cañizares contra el Ejecutivo, el futuro jerarca del Vaticano ha sido el interlocutor habitual del Gobierno, a través de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, con la que mantiene excelentes relaciones. Ambos fueron los artífices del acuerdo sobre financiación.

Pero hay más. Cañizares, hombre muy vinculado al Papa, es uno de los jerarcas de la Iglesia española que ha trabajado por la distensión en las relaciones con el Gobierno de Zapatero, siguiendo las indicaciones del Vaticano, desde que el 19 de mayo Benedicto XVI pidiera a la cúpula de la Conferencia Episcopal Española un cambio de formas en las relaciones con el Ejecutivo. Dicho cambio se visualizó en la concentración sobre la familia celebrada el 28 de diciembre en Madrid, menos beligerante contra el Gobierno que la edición del año anterior.

Hay otro asunto nada menor en el que Cañizares ha estado más cerca del Gobierno de Zapatero que el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco: su actitud ante el periodista Federico Jiménez Losantos, de la Cope, propiedad del órgano de gobierno de la iglesia española. El mismo día que el Papa recibió a la cúpula de la Conferencia Episcopal en el Vaticano, el 19 de mayo, el embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, fue testigo, en un almuerzo en la Embajada, de cómo Cañizares mostraba un distanciamiento crítico con Jiménez Losantos; junto a él, Rouco optó por un cauteloso silencio. Ese mismo día se conoció que la Cope renovaba su contrato anual con el locutor.

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Cañizares, una vez más, estaba alineado con el Vaticano, que, a su vez, había empezado a marcar distancias con la actitud de Jiménez Losantos en la Cope desde el 1 de octubre de 2007. Ese día, el locutor sugirió desde las ondas que el Rey debería abdicar, lo que provocó la intervención inmediata del embajador de España ante la Santa Sede. Vázquez le comunicó al número tres del Vaticano, el arzobispo Filloni, que Jiménez Losantos, con sus sugerencias sobre el Rey, estaba "quebrando la sociedad española".

El alineamiento de Cañizares con el Vaticano en el asunto de la Cope ha sido más claro que el de Rouco, según fuentes diplomáticas y eclesiásticas. Las mismas fuentes apuntan una rivalidad soterrada entre Cañizares y Rouco por la presidencia de la Conferencia Episcopal. Rouco fue elegido presidente, por tercera vez, tras el mandato de Ricardo Blázquez, con lo que cerró las aspiraciones de Cañizares a ese puesto.

El cardenal primado Antonio Cañizares y Rodríguez Zapatero, durante su reunión de ayer en La Moncloa.
El cardenal primado Antonio Cañizares y Rodríguez Zapatero, durante su reunión de ayer en La Moncloa.ÁLVARO GARCÍA
El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha recibido en el Palacio de la Moncloa al cardenal arzobispo de Toledo y primado de España, Antonio Cañizares, recientemente nombrado Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos.El encuentro se produce apenas un mes después de que el pasado 9 de diciembre el Papa Benedicto XVI nombrase a Cañizares prefecto de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos.Antonio Cañizares, valenciano de 63 años, se ha convertido en el español con mayor rango en el Vaticano, donde se encargará de velar por la pureza litúrgica y de los sacramentos.Su traslado a Roma está unido a la relación que mantiene con Joseph Ratzinger, desde que en 1995 entró a formar parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que entonces presidía el actual Papa.Tras su nombramiento, son cuatro los cardenales españoles que residen en Roma, de los diez que forman parte del Colegio Cardenalicio.Vídeo: AGENCIA ATLAS

Fechas críticas

- Octubre de 2007. Federico Jiménez Losantos sugiere la abdicación del Rey en la cadena de radio de la Iglesia española, Cope.

- Diciembre de 2007. En un acto en pro de la familia, en Madrid, jerarcas de la Iglesia acusan al Gobierno de situarse fuera de la democracia con sus leyes sociales.

- Febrero de 2008. Un manifiesto de la Conferencia Episcopal, previo a las elecciones, pide que no se vote a opciones de izquierda.

- Noviembre de 2008. Jiménez Losantos descalifica a los Reyes en la Cope.

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