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Zapatero da por superada la crisis de la deuda española

El presidente del Gobierno defiende su política económica ante el consejo editorial del 'Wall Street Journal', uno de los diarios más críticos con su gestión

La intensa jornada de Zapatero ayer en Nueva York, que empezó ante los ejecutivos de los principales bancos de negocios y fondos de inversión de EE UU, responsables de los agresivos ataques contra la deuda española la primavera pasada, ha concluido con una reunión con Paul Volcker, asesor de Obama, y un encuentro con el consejo editorial del Wall Street Journal, uno de los diarios más críticos con su gestión. Allí, como en sus citas anteriores, ha defendido también con rotundidad la situación de la economía española y el paquete de austeridad impulsado por su Gobierno, además de dar por concluida la crisis de la deuda en toda la UE. "Creo que la crisis de deuda que afectaba a España, y a la eurozona en general, ha pasado", ha afirmado.

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El presidente ha asegurado además que la economía no registrará un crecimiento negativo en los próximos trimestres y reconoce que una de las lecciones extraídas de las turbulencias financieras registradas en la UE durante los últimos meses es que una política monetaria única no es suficiente para el conjunto de la eurozona, por lo que cree que los países europeos deben aumentar el trabajo en equipo y con los mercados para evitar una repetición de lo ocurrido.

Poco antes, Zapatero acudió a la Universidad de Columbia, donde tuvo que contestar a un alumno que le reprochó la contradicción que supone haber subido los impuestos tras declarar en su día que lo progresista era bajarlos. "El debate sobre la imposición fiscal no tiene color ideológico. Lo veo como un instrumento para un fin. Subir la presión fiscal puede ser útil y progresista y bajarla también. No tengo una visión dogmática. Si algo enseña la crisis es que las posiciones fundamentalistas normalmente conducen al fracaso", ha dicho.

Tasa a la banca

En este foro universitario de larga tradición progresista, Zapatero defendió, como lo hizo el lunes en Naciones Unidas, la imposición de una tasa sobre las transacciones financieras internacionales para sufragar la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que prevén erradicar la pobreza extrema y el hambre en 2015, informa Miguel González desde Nueva York.

El presidente de Gobierno sostuvo que ni los fondos de ayuda al desarrollo aportados por los presupuestos públicos ni la solidaridad de la sociedad civil son suficientes para acabar con la miseria en el mundo, por lo que abogó por "un mecanismo estable, sólido y duradero" basado en una "aportación mínima" que no distorsionaría el flujo de estas transacciones.

Además, horas después de reunirse con los más conocidos tiburones financieros de Wall Street, el presidente culpó de la actual crisis económica a la política de desregulación financiera y la ilusión de que los mercados podían funcionar por sí mismos, sin ningún tipo de control. "Hemos aprendido que los mercados pueden ser ciegos a los desequilibrios, que los pueden generar y alimentar indefinidamente, que abandonados a su suerte, por incomparecencia o insuficiente presencia del poder público democrático, pueden representar seria amenaza para los intereses generales", afirmó el presidente, que criticó la "lógica individual de la maximización incontenible de los beneficios". Zapatero fue aplaudido por unos 300 estudiantes en la biblioteca de la universidad, donde fue presentado por los profesores Jeffrey Sachs y el nobel de economía, Joseph Stiglitz.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero durante su intervención en un foro de la Universidad de Columbia en Nueva York
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero durante su intervención en un foro de la Universidad de Columbia en Nueva YorkEFE

Zapatero insiste en su apoyo a Sarkozy

El presidente del Gobierno ha hablado también en la entrevista con The Wall Street Journal sobre otros temas alejados de la economía y ha defendido de nuevo la política del presidente francés, Nicolas Sarkozy, en relación con la población romaní: "El presidente Sarkozy ha explicado su política de deportación que afectaba a ciudadanos de Rumanía y Bulgaria. Algunos eran gitanos, otros no. No han sido deportados por su origen étnico", ha declarado antes de añadir que "las medidas se han tomado dentro del imperio de la ley".

El presidente del Gobierno también ha defendido la presencia de las tropas españolas en Afganistán y ha alabado la "humildad" de Barack Obama y su capacidad para "entender las relaciones internacionales desde una perspectiva multilateral".

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