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Zapatero: "El fin de la violencia está más cerca que antes"

El presidente del Gobierno dice que el contrato de inmigración que propone Rajoy "no vale para nada"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado este lunes que la desaparición de la banda terrorista ETA "no está más lejos que antes, está más cerca, porque su apoyo social es cada vez menor". En una entrevista con Iñaki Gabilondo en Cuatro, el jefe del Ejecutivo ha reiterado que "no hay ninguna expectativa de diálogo con la banda, que sólo tiene un destino: abandonar definitivamente la violencia".

Zapatero se ha referido también a la resolución del Tribunal Supremo sobre Acción Nacionalista Vasca (ANV) y el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV). En concreto, a la insinuación del Supremo de que podría haberse iniciado antes el proceso de ilegalización. Sobre esta cuestión, Zapatero ha precisado que el alto tribunal no ha dicho eso, sino que "se podía intuir". Una "intuición no es una prueba", ha matizado.

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Para el presidente es "lógico y normal" que haya sido "al cabo de un cierto tiempo" cuando se presentara la petición de ilegalización, "cuando se han ido acumulando pruebas y datos, porque ANV emergió de una situación de escasísima represenación y con el tiempo se ha ido demostrando la confluencia, coordinción y el estar siendo en el fondo una sucesión de la ilegalizada Batasuna".

El jefe del Ejecutivo ha vuelto a criticar la oposición que ha hecho el PP con la política antiterrorista a lo largo de la legislatura y le ha reprochado su "estrategia de dividir a la sociedad", convencido de que "lo que quieren los ciudadanos y lo que no le gusta nada a ETA" es la unidad de Gobierno y de oposición. A su juicio, el país quiere y necesita lealtad a los principios, al Estado y a los valores y el líder del PP, Mariano Rajoy, no la ha tenido.

Contrato inútil

En cuanto a la inmigración, uno de los temas estrella de la precampaña, Zapatero ha acusado a Rajoy de mentir con las cifras que maneja sobre inmigración ilegal. "No hay un millón cien mil inmigrantes ilegales [como sostiene el líder del PP]. Es una cifra falsa. Había, cuando llegué al Gobierno, 750.000 inmigrantes ilegales herencia del Ejecutivo del PP y de Mariano Rajoy, al frente del Ministerio del Interior entonces, por lo que no tiene la más mínima credibilidad para hablar de inmigración ilegal, cuando durante su mandato se llegó a un record".

Además, ha asegurado que cuando Rajoy habla de los inmigrantes ilegales con frases como "yo haré que se vayan" lo que hace es "es engañar a la gente, porque los países de donde son (los inmigrantes) tienen que admitírtelos". "Eso es lo que estamos haciendo nosotros, firmar acuerdos con países africanos", ha añadido, insistiendo en que Francia ha pedido a España hacer repatriaciones conjuntas de inmigrantes.

Zapatero ha asegurado que el contrato que propone el PP para ordenar el flujo de inmigrantes que llegan cada año a España "no sirve para nada, es inútil". En opinión del presidente del Gobierno, el único contrato que deben de firmar los inmigrantes es "el código de nuestras leyes", es decir el respeto a la legislación española, como el resto de ciudadanos. "Soy partidario de ser estricto con la legalidad [...] pero soy y debo estar obligado a que los inmigrantes que trabajen legalmente en España tengan derechos y deberes".

También ha censurado las declaraciones de Miguel Arias Cañete, que hace días atribuyó las listas de espera en la Sanidad pública a los inmigrantes. Zapatero ha dicho que ese discurso divide y lo que hay que hacer en este tema es lo contrario, un "discurso de convivencia".

Revisión de relaciones

El jefe del Ejecutivo también ha sido preguntado por las relaciones con la Iglesia católica que han sufrido un deterioro en los últimos meses tras las duras críticas vertidas por los obispos, que llegaron a acusar al Ejecutivo socialista de querer "disolver la democracia".

Zapatero no ha descartado una posible revisión de las relaciones con la Iglesia católica, pero ha dejado claro que en todo caso no será como una "reacción fruto de los ataques". En todo caso, el presidente ha dejado claro que él no desea revisar los acuerdos del Estado español con la Santa Sede "por lealtad a la Constitución", que habla de una "relación especial" con la Iglesia católica.

"Si hay que reformar cosas las reformaremos pero con diálogo y con tranquilidad", ha dicho.

Zapatero ha dicho también que si gana las elecciones el PSOE no propondrá una reforma de la ley del aborto, sino "una reflexión", y que "podría haber una reforma" si hay necesidad y "el más amplio consenso. "Me gustaría tener una actitud favorable al consenso de todas las fuerzas políticas", ha dicho, al tiempo que ha insistido en que el Gobierno protegerá los derechos de la mujeres que abortan conforme a la ley "ante determinadas campañas que no buscan que se cumpla la ley, sino que se derogue".

Por otro lado, ha recordado que el programa electoral socialista no prevé abordar la eutanasia, y en este punto ha aprovechado para expresar su apoyo a los médicos que, "desde su honestidad profesional y con el consentimiento de los familiares" están "aplicando cuidados paliativos ante situaciones irreversibles para aliviar el dolor", en lugar de "prolongar el dolor y hacer morir sin dignidad". "Entra dentro de la deontología profesional", ha afirmado.

Por ello, ha considerado "enormemente preocupante" la "campaña" sufrida por los médicos del hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid) y ha denunciado que esta "campaña" tuvo el apoyo del Gobierno regional liderado por Esperanza Aguirre.

"Nunca he fumado un porro"

"La verdad es que nunca he fumado un porro", ha reconocido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando Inaki Gabilondo le ha trasladado la curiosidad de un telespectador en el tramo final de la entrevista en Cuatro. Si Rajoy tuvo que lidiar con una pregunta sobre geografía -un espectador le preguntó el jueves que colocara en el mapa varias capitales extranjeras-, Zapatero ha tenido que dar la fecha de la independencia de los Estados Unidos (1776), la revolución francesa (1789) y la revolución rusa (1917). Ha dudado pero no ha fallado ninguna de las fechas.

Preguntado sobre si sus hijas van a un colegio público o a uno privado ha explicado que a uno público, y ha aprovechado la circunstancia para destacar su buen funcionamiento, aunque ha mostrando también su respeto por la enseñanza privada y concertada. Si bien ha demostrado ser capaz de responder a estas preguntas, ha asegurado que es incapaz de evitar que el presidente de la Federación Española de Fútbol, Angel María Villar, "se eternice" en el puesto, como le pedía un telespectador. "No está en mis manos, no es una persona a la que yo haya nombrado y no la puede destituir", ha dicho.

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