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El debate sobre la inmigración

Zapatero frenó su apoyo a París al adelantarse Rajoy

El líder del PP propuso el contrato de integración tras exponérselo Sarkozy

Carlos Yárnoz

Una confidencia del presidente francés, Nicolas Sarkozy, al líder del PP, Mariano Rajoy, ha frustrado el apoyo del Gobierno español al "Pacto sobre Inmigración" que Francia quiere convertir en el eje central de su próximo semestre de presidencia de la UE. Personas que han participado en el proceso de negociación entre París y Madrid aseguran que el Gobierno español se distanció del proyecto francés desde el momento en que Rajoy, una semana después de verse en París con Sarkozy el 30 de enero, explicó su propuesta de crear un "contrato de integración" para los inmigrantes.

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Era ése, y lo sigue siendo, uno de los aspectos destacados del documento francés. El proyecto global había sido expuesto a Zapatero y media docena de sus ministros en París el 10 de enero, pero días más tarde el Gobierno español exigió que no se hablara del asunto hasta después del 9 de marzo por las repercusiones que un tema tan sensible tendría en plena campaña electoral. Fue Rajoy, sin embargo, el que sacó tajada de esa cuestión, porque su propuesta, copiada de los franceses, contó con el apoyo del 80% de los españoles a sólo un mes del 9-M.

Sarkozy llegó a proponer que su proyecto fuera pilotado por España y que el Gobierno español hiciera el primer borrador. O que fuera presentada al resto de la UE como propuesta franco-española. La sintonía llevó al ministro francés de Inmigración, Brice Hortefeux, a proponer un encuentro en Madrid con la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, para discutir un primer documento. De la Vega lo desvió a Exteriores, un gesto que enfadó a Hortefeux, y, en paralelo, en los ministerios de Exteriores, Interior o Asuntos Sociales se recibió la orden de no tratar el tema con Francia hasta pasado el 9-M.

La exclusiva de Rajoy cortó toda colaboración. El ambiente se enrareció más cuando París envió a Italia y Alemania, entre otros, un primer borrador ante el estupor del Gobierno español, que aún se sentía socio preferente de París en el proyecto. "Ahora es cuando hay que rechazarlo de plano", comentó un ministro español poco antes de una reunión del Ejecutivo en esas fechas. "Si no hubiera saltado en plena campaña, podríamos haberlo reconducido", añadió el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que había coincidido con Sarkozy en la misma cartera. Pese a todo, el Gobierno optó por recuperar las conversaciones con París tras las elecciones. Así ha sido y ahora la mayoría de correcciones incluidas en el documento han partido de Madrid. Casi todas para "humanizar" la propuesta. "Pero lo del contrato no se puede asumir después de lo que ocurrió", repiten las fuentes informantes.

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José Luis Rodríguez Zapatero y Nicolas Sarkozy, en su reunión en París el pasado 10 de enero.
José Luis Rodríguez Zapatero y Nicolas Sarkozy, en su reunión en París el pasado 10 de enero.EFE

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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