Zapatero hará en enero su primer viaje a Oriente Próximo

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero realizará a principios de enero su primera visita a Oriente Próximo desde que llegó al Gobierno, en abril de 2004. En principio, será una gira limitada a Siria y, probablemente, Líbano. Para más adelante se ha dejado la esperada visita a Israel, cuyo futuro está pendiente de las elecciones del próximo 10 de febrero, en las que se enfrentan el derechista Likud y el centrista Kadima, así como a los territorios palestinos ocupados

El viaje de Zapatero a Siria, adelantado por la prensa de aquel país, ha venido precedido por la presencia de la reina Sofía en la actuación en Damasco del ballet de Antonio Gades, el pasado día 17. Respecto a la eventual visita a Líbano, aunque aún no se ha anunciado, el propio Zapatero la sugirió el día de Nochebuena cuando, en su videoconferencia con las tropas españolas destacadas en el exterior, les dijo: "A algunos de vosotros os veré pronto. A todos os tengo siempre presente". Con 1.100 soldados, el contingente de Líbano es el más numeroso de España en el extranjero.

Con su visita a Damasco, el jefe del Gobierno español da un espaldarazo al régimen de Bachar el Asad, que rompió su aislamiento internacional el pasado 13 de julio, al asistir en París a la cumbre constitutiva de la Unión Por el Mediterráneo (UPM). Zapatero agradecerá a sus anfitriones sirios el apoyo para que Barcelona sea sede de la Secretaría General de dicha organizacion. Pero el mayor interés se centrará en las conversaciones entre Siria e Israel para la devolución de los altos del Golán, ocupados desde la guerra de 1967.

Coincidiendo con la visita que el todavía primer ministro israelí, Ehud Olmert, hizo esta semana a Turquía para despedirse y agradecer la mediación de dicho país en las conversaciones de paz con Siria, El Asad se mostró dispuesto a entrablar conversaciones directas con el futuro Gobierno israelí.

No menos importante es el papel que Siria juega en Líbano, país del que retiró sus tropas en 2005 y con el que acaba de intercambiar embajadores, normalizando plenamente las relaciones diplomáticas. La constitución, en julio pasado, de un Gobierno de unidad nacional en el que el movimiento chií Hezbolá (patrocinado por Siria e Irán) cuenta con derecho de veto ha permitido recuperar cierta estabilidad política, pero ésta podría verse amenazada por las elecciones previstas para la próxima primavera y por el proceso por el asesinato del ex primer ministro Hariri, del que la mayoría de las fuerzas libanesas culpan a Siria.