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ELECCIONES 2008 | Los mítines

Zapatero insta a los obispos a reprender al PP

El presidente tacha de hipócritas a los populares por "ir a misa" tras "hablar como hablan" de los inmigrantes

Anabel Díez

Llegó anoche José Luis Rodríguez Zapatero a Galicia, tierra de emigración, con ganas de sacar del baúl de los argumentos a los obispos, a los que había marginado durante esta campaña después de dos meses de enfrentamientos con la Conferencia Episcopal. Y los exhibió a cuenta de la polvareda levantada por el PP con la inmigración.

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Los socialistas rechazan el contrato de integración que propone Rajoy al considerarlo innecesario, en la mayoría de sus apartados, o xenófobo por la exigencia de que los extranjeros se comprometan a adquirir las costumbres de los españoles. Pero ha sido Miguel Arias Cañete, responsable de Economía del PP y ministro de Agricultura con José María Aznar, quien ha nutrido al PSOE de argumentos en su contra. Este político habló de los eficientes camareros españoles de antes y los incapaces extranjeros de ahora además de alertar contra el exceso de extranjeros en la sanidad pública.

"Y dicen estas cosas y después se van a misa. ¡Cuánta hipocresía! A ver si sale algún obispo y les echa una reprimenda por hablar así de los inmigrantes". La conclusión de Zapatero de por qué el PP tiene este discurso va más allá de consideraciones éticas. "El PP lo que quiere, afirma el candidato socialista, es debilitar la sanidad pública, la educación pública y los servicios sociales".

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Con todo ello, Zapatero quiere colocarse en las antípodas ideológicas, sociales, éticas y de toda índole de Mariano Rajoy. Su deseo es marcar las diferencias antes del segundo y último debate televisado que mantendrán ambos aspirantes a la presidencia del Gobierno. Con ese objetivo, repiten como lema: "No es lo mismo".

Anoche, ante más de 10.000 personas congregadas en el Polideportivo de Riazor de A Coruña, más un reguero de personas que llegaban hasta la playa y que vieron el acto central de la campaña de los socialistas en Galicia desde pantallas gigantes en la calle, Zapatero se reivindicó a sí mismo como un gobernante "que respeta a todos" frente a un posible gobierno de la derecha, presidido por Rajoy "que desprecia a muchos". Y así empezó Zapatero a establecer dicotomías entre él y su adversario. Ése es el fondo de su campaña que se acentuó ayer en Galicia y que volverá a estar presente en las comunidades autónomas donde la izquierda y los nacionalistas tienen peso. Y acierta Izquierda Unida, el BNG o ERC al pensar que más que nunca el PSOE apela al voto útil para atraer a sus votantes. O Rajoy o Zapatero, éste es el dilema que plantea el PSOE sin paliativos.

Pero anoche Zapatero en Galicia era muy consciente de que su partido gobierna gracias al BNG y, por tanto, se cuidó especialmente de mostrar el rostro dialogante que ha exhibido durante sus cuatro años de gobierno en los que consiguió en el Parlamento también el apoyo de los nacionalistas gallegos.

"El 10 de marzo hay que votar por un gobierno que llegue a acuerdos con las fuerzas políticas, que pacte, o con uno que siembre la discordia", señaló Zapatero tras escuchar mensajes muy similares adaptados a Galicia del presidente de la comunidad, Emilio Pérez Touriño, y del cabeza de lista por A Coruña, César Antonio Molina, ministro de Cultura.

Acaso el más entusiasta fue el alcalde de la ciudad, Javier Losada -sustituto de Francisco Vázquez, eterno regidor socialista y ahora enbajador de España en la Santa Sede- que sintetizó como nadie el mensaje central de los socialistas en en la recta final hacia las generales: "Nuestra ciudad es abierta, tolerante, de valores, como tu Gobierno, José Luis". Y precisamente en A Coruña PP y PSOE se disputan un escaño que los socialistas, casi en el ecuador de la campaña, dan por seguro que caerá de su lado.

Emilio Pérez Touriño y José Luis Rodríguez Zapatero, en A Coruña.
Emilio Pérez Touriño y José Luis Rodríguez Zapatero, en A Coruña.U. MARTÍN

La promesa del día

- El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, anunció ayer en Madrid que de los dos millones de empleos que pretende crear

el PSOE en la próxima legislatura, 200.000 serán para discapacitados. También ha prometido para este colectivo el fomento del transporte público gratuito y la creación de un contrato programa para atención a personas dependientes.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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