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El cambio de imagen del Gobierno

Zapatero intenta recuperar la iniciativa con un relevo gubernamental enfocado al futuro

Luis R. Aizpeolea

José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó ayer el cambio por sorpresa de cuatro ministros de su Gobierno, a sólo ocho meses de las elecciones, para enviar a la sociedad el mensaje de recuperación de la iniciativa y de que agotará la legislatura.

Salen: Sevilla, de Administraciones Públicas; Trujillo, de Vivienda; Calvo, de Cultura, y Salgado, de Sanidad
Entran: Soria, en Sanidad; Molina, en Cultura; Chacón, en Vivienda, y Salgado, en Administraciones Públicas
El presidente fija como prioridades para esta legislatura y la siguiente las reformas sociales, la investigación y la cultura
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El presidente expresó su deseo de "completar los compromisos electorales en los ocho meses que quedan hasta las elecciones y de preparar los cambios y los proyectos de la próxima legislatura". Zapatero destacó en una breve comparecencia matinal en La Moncloa para comunicar los cambios que sus prioridades están fijadas en las reformas sociales, la investigación y la cultura. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega precisó los retos pendientes de los cuatros nuevos ministros -Sanidad, Cultura, Vivienda y Administraciones Públicas-: "Realzar el carácter científico e innovador de la sanidad; ampliar la presencia de la lengua y cultura españolas; reforzar el derecho constitucional a una vivienda digna y situar las administraciones públicas entre las más avanzadas de Europa".

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Zapatero presentó su decisión como un gesto de autoridad política ante el presidente del PP, Mariano Rajoy, que lleva semanas anunciando el final de la legislatura y exigiendo elecciones anticipadas. El presidente venció a Rajoy el martes en la pugna dialéctica del debate sobre el estado de la nación e hizo caso omiso de la exigencia del PP para que haga públicas las actas de sus reuniones con ETA o convoque comicios generales.

Con la decisión de ayer, Zapatero rechaza las exigencias de Rajoy y lanza un mensaje al PP de que la agenda política la fija él y que sus proyectos políticos no terminaron con el fracaso del proceso de final dialogado de la violencia, como pretendía el líder popular.

La remodelación de ayer no afecta al núcleo duro del Gobierno, como la de abril del año pasado, en que fueron renovados los ministros del Interior y de Defensa, sino a ministerios sectoriales, algunos de cuyos titulares estaban en el nivel más bajo de cotización del Consejo de Ministros, como es el caso de Cultura y Vivienda.

Las principales novedades son el nombramiento como ministro de Sanidad del director del Centro de Investigación de Biología Molecular y Medicina Regenerativa de Andalucía, Bernat Soria; del crítico literario y presidente del Instituto Cervantes, César Antonio Molina, como ministro de Cultura; y de la vicepresidenta del Congreso, Carme Chacón, como ministra de la Vivienda.

Zapatero destacó los nombramientos de Soria y Molina, ambos independientes, por su importante prestigio profesional. De Soria dijo que es "un privilegio" contar con el "prestigioso" investigador, en un momento en el que los "mejores países del mundo se empeñan con afán" en el campo de la biomedicina, que constituye una "fuente de esperanza para los seres humanos".

De Molina destacó su "magnífica gestión" al frente del Instituto Cervantes, el principal organismo del que dispone España para difundir en el mundo "nuestro patrimonio cultural más rico", las lenguas. "El objetivo es que el mundo aprecie y valore la cultura española y su riqueza en todos los campos", añadió Zapatero.

De la nueva ministra de la Vivienda, Carme Chacón, el presidente recordó que es "uno de los nuevos valores más importantes que tiene el proyecto socialista". A sus 36 años es miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE y vicepresidenta primera del Congreso. Con Carme Chacón, el PSC (Partit dels Socialistes de Catalunya) aumenta su participación en el Gobierno a dos ministros -el otro es el de Industria, Joan Clos- con la mirada puesta en las próximas generales, en las que es fundamental para Zapatero la movilización del voto en Cataluña, uno de los principales graneros socialistas.

Doble movimiento

El nombramiento de Soria como ministro de Sanidad provocó un doble movimiento. Por un lado, la salida de Elena Salgado del ministerio y su pase a Administraciones Públicas. Y, por otro, la caída de Jordi Sevilla, ministro desde el primer Gobierno de Zapatero y miembro de su "núcleo duro" desde la creación de Nueva Vía, que ganó a José Bono en el 30º Congreso del PSOE en 2000. Sevilla es un posible candidato a encabezar la renovación del PSOE en la Comunidad Valenciana. Zapatero lo apuntó ayer, aunque Sevilla aún no ha aceptado ese reto.

En cuanto a Salgado, nueva ministra de Administraciones Públicas, Zapatero aseguró que se trata de una de las mejores gestoras públicas que conoce y mostró su deseo de que marque su impronta en "la modernización y reforma de la Administración General del Estado, que ha de ponerse a la altura de los tiempos".

Carmen Calvo cesa en Cultura, tras una gestión muy conflictiva que, en su última etapa, ha afectado al mundo del cine y ha tensado sus ya complicadas relaciones con la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. Calvo podría ocupar la vicepresidencia del Congreso.

María Antonia Trujillo, ministra de Vivienda cesante, también estaba en la zona más baja de valoración en todas las encuestas. No obstante, Zapatero la ha defendido porque encabezaba un ministerio muy difícil y prácticamente sin competencias. La sensación generalizada en el Gobierno sobre Trujillo es que ha hecho un importante trabajo, con la Ley del Suelo y otros proyectos, pero que no ha sabido venderlos. La remodelación del Gobierno ha implicado la ruptura de la paridad existente desde que Zapatero inició su andadura gubernamental en abril de 2004. A partir de ayer hay nueve ministros frente a siete ministras. "Sigue siendo el primer gobierno paritario de la historia", sostuvo ayer Fernández de la Vega, porque, según resaltó "la Ley de Igualdad fija la paridad entre el 60% y 40%, y no en el estricto 50%".

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