Zapatero pide propuestas a Rajoy y éste que no cambie votos por transferencias
La primera sesión de control del curso, centrada en la economía, se convierte en un cara a cara entre ambos
El curso político empieza como acabó el anterior: con Zapatero y Rajoy enzarzados sobre la economía. La primera sesión de control al Gobierno del curso ha vuelto a ser un cara a cara entre el presidente y el líder de la oposición a propósito de la economía.
Zapatero ha exigido al PP que presente propuestas para poder discutirlas y ha anunciado que seguirá su agenda de reformas. En la lista de reformas ha anunciado la de las políticas activas de empleo para hacer más efectiva la intermediación entre los desempleados y el mercado de trabajo. La agenda se completa con las pensiones, la reforma laboral y la del sistema financiero.
Rajoy ha insistido con la falta de coherencia del Gobierno, ha pedido a Zapatero que acepte alguna de sus 70 enmiendas a la reforma laboral que se aprueba mañana definitivamente y ha advertido sobre la negociación presupuestaria. "No cambie votos por transferencias para mantenerse", le ha dicho.
Precisamente lo contrario a lo que pasó el 11 de junio de 1996, cuando Rajoy, entonces ministro de Administraciones Públicas, comparecía en la Comisión de su ramo en el Congreso y Zapatero era diputado. Ese día el socialista le recriminó a Rajoy que fuera a utilizar el artículo 150.2 de la Constitución que permite ceder competencias a las comunidades para lograr apoyos del PNV y CiU, entonces en el poder en el País Vasco y Cataluña. Rajoy le contestó: "Lo utilizaremos en todos aquellos temas que supongan un cumplimiento de los acuerdos a los cuales hemos llegado con nuestros coaligados, y lo digo con meridiana claridad".
Antes, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, ha pedido infructuosamente a Zapatero que rectifique la congelación de las pensiones, tal y como han pedido seis resoluciones del Congreso aprobadas por todos los grupos, salvo el PSOE.
Luego ha venido el clásico enfrentamiento entre Teresa Fernández de la Vega y Soraya Sáenz de Santamaría. La vicepresidenta ha echado en cara al PP la corrupción y la portavoz popular ha descalificado al Gobierno.