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Un acuerdo histórico

Zapatero presume del diálogo social

El presidente cree un activo de la marca España el pacto con sindicatos y patronal - "Sabemos ponernos en pie y volver a caminar después de una seria dificultad"

Luis R. Aizpeolea

José Luis Rodríguez Zapatero elevó ayer la recuperación del diálogo social con sindicatos y empresarios a la categoría de "uno de los grandes activos" que distinguen a España en los procesos de reformas estructurales que protagonizan los países de la Unión Europea frente a la recesión económica. Y situó lo que calificó de "refundación del diálogo social" como objetivo estratégico en el punto de partida de la recuperación económica. "Vamos a demostrar que estamos en ese grupo de grandes naciones que sabe ponerse en pie y volver a caminar después de una seria dificultad".

Con este discurso cerró el acto de la firma del acuerdo social y económico con los representantes de las centrales sindicales -Cándido Méndez, de UGT, e Ignacio Fernández Toxo, de CC OO; Juan Rosell, de CEOE; Jesús Terciado, de Cepyme, y el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez-, con el que quiso enfatizar su importancia, aunque en esta ocasión evitó compararlo con los Pactos de La Moncloa de 1977, que se firmaron en el mismo recinto, el Salón de Tapices, habilitado para las ocasiones solemnes.

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El de ayer, a diferencia de los auténticos Pactos de la Moncloa que tuvieron como protagonistas a todos los partidos políticos, es un pacto social y económico cuyos protagonistas son el Gobierno, los sindicatos y los empresarios. No obstante, eso no le resta trascendencia y lo sitúa como uno de los más importantes tras los de 1977 por su contenido -reforma del sistema de pensiones, políticas activas de empleo, negociación colectiva, industrial, energética e innovación- y también por su alcance político.

De ahí que La Moncloa convocara a la firma, como testigos, a representantes de las principales instituciones económicas y sociales públicas. No tuvo éxito, sin embargo, la invitación a los representantes de los grupos parlamentarios, que excusaron su asistencia. Algunos alegaron que al no haber participado en la negociación no tenía sentido la asistencia al acto de la firma. No obstante, en La Moncloa no cabe duda de que se sumarán al acuerdo en el trámite parlamentario, incluido el primer partido de la oposición: el PP.

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La firma del acuerdo se materializó la víspera de una importante visita a España, la de la canciller alemana, Angela Merkel, acompañada de seis ministros, y tras haber atravesado España una etapa de convulsiones financieras como consecuencia de las dudas que suscitaba su solvencia financiera en los mercados internacionales.

Por eso Zapatero, a la hora de valorar el pacto firmado con sindicatos y empresarios, enfatizó ayer lo que tiene de mensaje de confianza a los inversores españoles, así como a los mercados internacionales. "Los mejores resultados se obtienen cuando se trabaja en equipo", dijo ayer el presidente del Gobierno emulando los éxitos de la selección española. Y lo redondeó: "Lo que estamos haciendo aquí tiene una gran seriedad y un gran alcance para la economía de nuestro país, a la que ofrece tranquilidad y seguridad".

En La Moncloa se tiene la convicción de que el acuerdo no hubiera sido posible sin el reciente relevo en la cúpula empresarial de Gerardo Díaz Ferrán por Juan Rosell y en el propio Gobierno, en octubre, al entrar Valeriano Gómez como ministro de Trabajo y reforzar el Ejecutivo con el ascenso de Alfredo Pérez Rubalcaba a la vicepresidencia primera.

A todo ello se refirió Zapatero en el capítulo de agradecimientos. También hizo una referencia a su travesía solitaria del desierto, los ocho meses que han pasado desde que aprobó en mayo el decreto de congelación de las pensiones y la bajada salarial de los funcionarios para reducir el déficit, que implicó la ruptura del pacto con los sindicatos y la soledad parlamentaria, hasta recuperar los apoyos parlamentarios. Primero del PNV y Coalición Canaria, con los Presupuestos. Respaldos consolidados ahora, en el proceso de reformas, con la mayoría de los demás grupos. Lo hizo al subrayar que, en esos meses, mantuvo "la refundación del diálogo social" como objetivo estratégico.

Zapatero no rehuyó el dato de la cifra de 131.000 parados del mes de enero, que ayer se publicó. Lo utilizó para enfatizar la necesidad de reformar la estructura de empleo en España, que arroja el doble de parados que la Unión Europea, y para poner en valor el acuerdo logrado con sindicatos y empresarios, extendiéndose en la reforma de las políticas activas de empleo y la negociación colectiva.

Los representantes sindicales defendieron los logros alcanzados en el acuerdo social y económico por su participación, con la gradualidad de las pensiones y sus beneficios para jóvenes y mujeres.

Mientras el presidente de CEOE puso énfasis en que el acuerdo echa las bases para un proceso de reformas que aún tiene recorrido, el de Cepyme resaltó su importancia por la confianza que genera tanto en España como en el exterior. "Solo por esta razón, el acuerdo es lo suficientemente importante para firmarlo". Zapatero culminó esa idea: "La finalidad colectiva, el ánimo común es el mensaje fuerte de confianza y de responsabilidad a España, la Unión Europea y la comunidad internacional".

De izquierda a derecha: Juan Rosell, Ignacio Fernández Toxo, José Luis Rodríguez Zapatero, Valeriano Gómez, Cándido Méndez y Jesús Terciado, tras la firma del acuerdo.
De izquierda a derecha: Juan Rosell, Ignacio Fernández Toxo, José Luis Rodríguez Zapatero, Valeriano Gómez, Cándido Méndez y Jesús Terciado, tras la firma del acuerdo.GORKA LEJARCEGI

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