_
_
_
_
_

Una diputada socialista llama a Aznar "marrano" y el PSOE dice que Piqué ya usó esa acepción de "converso"

Javier Casqueiro

La diputada socialista por Madrid Enedina Álvarez llamó ayer varias veces "marrano" al presidente del Gobierno, José María Aznar, durante una intervención en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Aunque la diputada justificó que había utilizado la palabra en su acepción de "converso", el presidente de la Cámara baja, Federico Trillo, la obligó a retirar el término del diario de sesiones y el portavoz parlamentario del PP, Luis de Grandes, anunció que presentará una protesta formal por la conducta "xenófoba" de Álvarez.El PSOE rechazó el estilo de su diputada, pero justificó el uso del término porque ya lo utilizó antes el ministro portavoz, Josep Piqué.

No fue la de ayer la tarde más brillante del parlamentarismo español pero sí una de las más asperas y broncas de la legislatura. La jornada había empezado con el calificativo de "embusteros" que el portavoz del PSOE, Luis Martínez Noval, dedicó a Aznar y Piqué por la polémica sobre el nombramiento de Juan Villalonga al frente de Telefónica, pero se desbocó cuando la diputada socialista decidió ilustrar a sus señorías sobre las posibilidades linguísticas y académicas de la palabra "marrano".

Álvarez había preguntado a Piqué por qué había acudido Aznar el pasado sábado al Senado a clausurar la III Conferencia Internacional sobre la igualdad de la mujer en las comisiones parlamentarias. Antes de que Piqué respondiese que había ido en su función de jefe del Ejecutivo, Álvarez concluyó que Aznar había intervenido como líder "masculino" del PP y tachó de "partidista" su presencia. A renglón seguido le reprochó: "El señor Aznar se comportó como un marrano". Al instante, Trillo la conminó a que retirase el término.

Álvarez disertó entonces sobre las acepciones de la palabra, se negó a retirarla y apostó por el significado de "converso". Trillo, en cambio, consideró obvio "el sentido peyorativo en el lenguaje común incuestionable" de esa palabra y le rogó que la sustituyese. La parlamentaria se negó y apeló a la amplitud del diccionario y la lengua española. El presidente del Congreso le rogó que no se empecinase y la diputada explicó que Aznar era un "converso, es decir neófito en los problemas de las mujeres". "Y la intervención de Aznar fue una marranada", zanjó. Trillo advirtió a Álvarez de que le retiraría la palabra si seguía por ese camino "ofensivo" y ésta concluyó: "Lo que hizo el señor Aznar fue una faena (...) Dígale al señor Aznar que las mujeres no somos unas marranas, es decir, conversas".

El PP atribuyó este incidente "indigno, reprobable y antidemocrático" a la "hipersensibilidad" del PSOE por su retroceso en las urnas. La dirección del PSOE, por su parte, quitó hierro al "escándalo" y recordó que la primera utilización de la acepción de "marrano como converso" la hizo Piqué en una comisión en el Congreso, de la que no se dio fecha, aplicándola a los socialistas por variar sus históricas posiciones intervencionistas en las empresas públicas por las favorables a la competencia. El mismo término y en igual sentido fue empleado por Piqué en su respuesta a un artículo de Martínez Noval en el que éste criticaba la liberalización del mercado eléctrico.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_