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La abogada de Planeamiento da el primer disgusto a Roca en el juicio de Malaya

María Castañón dice que "todos los convenios urbanísticos y su valoración" los negociaba el exasesor

La abogada María Castañón, que llevaba los asuntos jurídicos en Planeamiento 2000, la sociedad municipal que dirigía Juan Antonio Roca, ha dado el primer disgusto en el juicio al principal imputado del caso Malaya. Castañón, que ha acudido hoy como testigo a la vista oral, ha asegurado que "Roca negociaba todos los convenios urbanísticos con carácter general", y fue clave, en particular, en el convenio urbanístico de Crucero Banús, con el que Roca y otros tres socios se embolsaron unas plusvalías de seis millones de euros con la recalificación como residencial de un terreno comercial y la multiplicación por 21 de su edificabilidad.

Castañón, que fue contratada por Roca, se encargaba de redactar los convenios urbanísticos. La letrada ha afirmado que su jefe le proporcionaba las tasaciones y valoraciones de los terrenos, que él negociaba previamente con los promotores de los terrenos, para los que los incorporara al convenio. "Yo pensaba que Roca tenía en cuenta al tasador, pero parece que no era así", ha afirmado. En algunos casos, las valoraciones se incorporaban a los convenios después de que estuvieran redactados, y en otras, los convenios iban "sin tasación" en función de la premura que existiera para desarrollar los suelos.

Normalmente, en los convenios del ayuntamiento de Marbella, los aprovechamientos urbanísticos se repartían al 50% entre el consistorio y el promotor. "Solo hubo dos casos en que la cesión del aprovechamiento fue inferior al 50%: en Crucero Banús, y en el convenio de la casa de Sean Connery, donde sólo se cedió el 25%". La ley urbanística de Andalucía obliga al promotor a ceder al Ayuntamiento un mínimo del 10% de los aprovechamientos.

Castañón ha sido siempre una persona de plena confianza de Roca. La abogada llegó poner de su bolsillo 18.000 de los 450.000 euros que tuvo que abonar el exasesor urbanístico en 2002 cuando fue detenido por el llamado caso Saqueo, por el que fue finalmente condenado. Sin embargo, tras el caso Malaya, la relación se rompió, y Castañón no ha tenido reparo en situar a su antiguo jefe en el centro de la diana de la corrupción urbanística en Marbella.

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