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Juicio por el mayor atentado en España | 11-M

Las acusaciones pactan retirar la reclamación económica al Estado para evitar la nulidad

Los letrados acuerdan pedir una indemnización de un millón de euros por cada asesinado

Las 20 acusaciones del juicio del 11-M que representan a víctimas pactaron ayer, en una reunión celebrada a mediodía, retirar la reclamación de la responsabilidad subsidiaria del Estado para evitar una previsible nulidad de actuaciones, lo que hubiera supuesto la puesta en libertad de los principales acusados en el momento de cumplir los cuatro años de prisión preventiva. Además, los letrados acordaron solicitar una indemnización de un millón de euros por cada asesinado y retirar la acusación contra Brahim Moussaten, al no haberse acreditado su participación en los hechos que se le imputan.

La medida de los letrados fue propuesta por el abogado Gonzalo Boyé, uno de los dos que reclamaba en su escrito de conclusiones provisionales la responsabilidad subsidiaria del Estado en los atentados, junto con la Asociación de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo.

Boyé -que llegó a plantearse reclamar la responsabilidad directa del Estado por culpa in vigilando- se dio cuenta de que no se había dado traslado al abogado del Estado de los escritos de acusación en los que se reclamaba la responsabilidad subsidiaria del Estado, por lo que, de persistir en la petición se provocaría una causa de nulidad de las actuaciones por indefensión esa parte.

Esta nulidad supondría que quedaría sin efecto una eventual condena y que los 19 procesados de la pecera quedarían en libertad provisional en el momento en el que cumplieran los cuatro años de prisión preventiva, el máximo previsto en España. Ayer mismo fue prorrogada de dos a cuatro años la prisión preventiva de Mohamed Larbi Ben Sellam, quien fue detenido por otra causa relacionada con una célula terrorista, radicada en Barcelona, que supuestamente enviaba suicidas a Irak desde Cataluña, vía Siria y Turquía.

Precisamente, por esa razón, los letrados de la acusación decidieron retirar la reclamación por responsabilidad subsidiaria del Estado, aunque la plantearán en otro proceso en la jurisdicción contencioso-administrativa.

Además, en la reunión decidieron también unificar sus criterios para solicitar una indemnización de un millón de euros por cada uno de los 191 asesinados en los trenes de cercanías, así como otras cantidades para los heridos, de acuerdo con los baremos que se manejan por delitos de terrorismo en la Audiencia Nacional.

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Por último, los representantes de las víctimas decidieron también retirar la acusación para Brahim Moussaten, por entender que en el juicio no ha quedado acreditada su participación en ninguno de los hechos que se le imputan. Brahim Moussaten fue la persona que proporcionó el teléfono de su tío Youssef Belhadj a dos de los supuestos autores materiales de los atentados, Mohamed Afalah y Mohamed Belhadj, que pretendían huir de España. Sin embargo, no se ha acreditado que Brahim supiera que ambos islamistas pretendían huir, ni que su tío tuviera una alta responsabilidad en la organización de la matanza.

Rayo sobre la Audiencia

La decisión no afecta a lo que vaya a hacer la fiscalía, ni la Abogacía del Estado, pero muy probablemente, a vista de lo ocurrido en el juicio no tengan inconveniente en exculpar definitivamente a este procesado.

Por otro lado, la sesión de ayer tuvo que ser interrumpida abruptamente después de que un rayo cayera sobre las instalaciones de la Audiencia Nacional donde se celebra el juicio.

La suspensión se produjo poco después de que depusiera en la sala como perito el médico forense y psiquiatra Santiago Delgado, quien ha evaluado el posible daño psicológico de las víctimas, una vez más a efectos de resarcimiento económico. El galeno, convocado por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, detalló cómo algunos vecinos del piso de los suicidas de Leganés sufren secuelas psicológicas tras la experiencia vivida el 3 de abril de 2004.

"Es gente que fue desalojada de su casa una hora o dos después de comenzar los hechos", detalló el médico, "que han vivenciado el terror, que vieron a la policía, oyeron los cánticos de los terroristas, que alguien les había dicho que los terroristas estaban al lado, y con la vivencia reciente del 11-M... Todo eso ha creado patologías de comportamiento".

Delgado subrayó que el estrés postraumático en un afectado de un atentado terrorismo es "mucho más grave que el de las víctimas de los accidentes de tráfico".

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