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El agente de Aguirre intentó cambiar su letra para desligarse del espionaje

Los peritos vinculan los partes de seguimiento con la Consejería de Interior

El análisis caligráfico realizado para la juez por la Policía Científica, al que ha tenido acceso EL PAÍS, concluye "de modo categórico" que José Manuel Pinto, empleado de la consejería de Interior de Madrid, es el autor de las anotaciones manuscritas -matrículas y dueños de vehículos- de los partes del espionaje en 2008 al vicealcalde madrileño Manuel Cobo y al ex vicepresidente segundo del Gobierno de Esperanza Aguirre, Alfredo Prada. Pinto fracasó en su intento de alterar ante la juez su letra habitual, según interpretan los propios peritos que han hecho el análisis.

Las notas manuscritas por Pinto tenían un doble valor: por sí mismas probaban que alguien había investigado ilegalmente matrículas de quienes comían o cenaban con Prada y, además, plasmó sus pesquisas sobre folios escritos a máquina que detallaban el espionaje a dirigentes del PP de Madrid desafectos a Aguirre. Por tanto, si se hallaba al autor de esas notas se demostraría que los partes no eran una invención periodística, como afirmó el Gobierno de Aguirre, ya que un funcionario suyo dejó rastro en ellos. EL PAÍS publicó hace más de un año una doble pericial caligráfica que probaba que el autor de las notas era Pinto, tras cotejar los partes originales con documentos indubitados suyos (escritos internos del trabajo). El consejero de Interior, Francisco Granados, rebatió ese informe con una pericial que encargó a dedo a un ex edil socialista, Cástor Iglesias, que hizo el trabajo con meras fotocopias de EL PAÍS -prueba de dudosa validez jurídica-, para negar que Pinto fuera el autor de las notas.

Pinto negó media docena de veces tener relación con los escritos
Una doble pericial contratada por EL PAÍS le identificó como autor
El empleado de Granados anotó matrículas y dueños de coches
Las anotaciones aparecen en partes de espionaje a comidas de Prada
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Los expertos le vieron "falta de espontaneidad" al escribir

Mientras, dos informes policiales refrendaron que los posicionamientos de los móviles de varios agentes de Granados coincidían totalmente con los seguimientos ilegales recogidos en los partes. La juez imputó a cuatro subordinados de Granados, tres guardias civiles a los que contrató a dedo, y al ex director general de seguridad, Sergio Gamón. Y la policía científica, por encargo de la juez, les fue realizando una pericial caligráfica a cada uno. Las cuatro dieron negativo. Y, por fin, año y medio después de estallar el escándalo, la juez interrogó a Pinto. Este empleado de Granados le negó reiteradamente ser autor de los partes. Pero la juez le tomó una muestra de escritura y ordenó someterla a la correspondiente pericial por la policía. Y la prueba dio positivo.

"Los análisis comparativos llevados a cabo entre todos los textos y guarismos controvertidos referidos en el párrafo anterior, y las grafías indubitadas extendidas a presencia judicial en el cuerpo de escritura por José Manuel Pinto Serrano, han revelado la existencia de una singular correspondencia gráfica entre ellos. Estas semejanzas afectan a elementos de la importancia de los constitutivos y estructurales y a cualificados habitualismos gráficos o gestos-tipo. Estos son una serie de modismos escriturales que, apartándose del modelo aprendido, impregnan los escritos de un mismo individuo dotándoles de su impronta personal. Su origen semiinconsciente y su carácter automático, fruto del hábito, hace que se ejecuten de forma prácticamente involuntaria y que sean, por tanto, difíciles de omitir en su expresión gráfica".

Folio a folio, se desgranan todas las analogías de sus letras y guarismos. Y los expertos policiales concluyen: "Analizadas y valoradas las analogías expuestas, las mismas fueron finalmente valoradas de la suficiente entidad, no sólo por su cantidad, sino especialmente por su calidad, como para poder emitir de modo categórico un dictamen de común autoría en la realización de los dos grupos de grafías sometidos a cotejo en este estudio. Conclusión: los textos manuscritos dubitados han sido extendidos por el autor del cuerpo remitido, por José Manuel Pinto Serrano".

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