Los alcaldes de partidos minoritarios evitarán que el PP fuerce la dimisión del presidente de la FEMP

Los 25 alcaldes que integran la ejecutiva de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) se reunirán de forma extraordinaria el próximo día 16 con un único punto en el orden del día: "Las declaraciones realizadas recientemente por el alcalde de Getafe", el socialista Pedro Castro, que preside la FEMP y que hace una semana llamó "tontos de los cojones" a los votantes de la derecha. Luego pidió disculpas por una frase que consideró "desafortunada" aunque también "cercana y coloquial".

En esa reunión el PP va a exigir la dimisión de Castro, y éste ya ha adelantado que abandonará el cargo "si la mayoría lo pide". Pero los números dejan en minoría a los populares: PSOE y PP están empatados con 11 alcaldes cada uno, y los representantes de IU, CiU y Par tienen la llave: ayer confirmaron que apoyarán a Castro.

"No vamos a contribuir a la estrategia de linchamiento que ha organizado el PP. Las palabras del presidente fueron muy desafortunadas pero él ha pedido disculpas. Deberíamos centrarnos en otros problemas", zanjó Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba (IU); "Lo que dijo Pedro Castro estuvo muy mal, pero ha pedido perdón por activa y por pasiva. No hay ningún motivo para que dimita", abundó Luis Guinò, regidor de Besalú (CiU). Joaquín Peribáñez, alcalde de Calamocha (Par), está de acuerdo: "Castro ya ha rectificado. Todos cometemos errores. Y en un momento como el actual la dimisión del presidente de la FEMP crearía mucho desconcierto entre los alcaldes".

"Lo que ha ocurrido no es una cuestión de aritmética, sino de ética", responde Fernando Martínez Maíllo, presidente de la Diputación de Zamora y portavoz del PP en la FEMP. Su grupo presentará la petición de dimisión a pesar de saber que decaerá. "En la Federación todo se aprueba siempre por unanimidad. No importa que estemos en minoría, la pregunta es si el presidente de la FEMP puede seguir siéndolo cuando tiene en contra a la mitad de los alcaldes, todos los del PP, porque les ha insultado a ellos y a sus votantes", argumenta. Y añade que, si finalmente Castro no se va, el PP estudiará "todas las opciones". Entre ellas, que los alcaldes populares -unos 3.000 de los 7.300 representados en la FEMP- abandonen en bloque el organismo.

Dirigentes del PSOE han admitido estos días que las palabras de Pedro Castro fueron "desafortunadas", aunque no piensan pedirle que dimita porque, según alegan, altos cargos del PP han dicho cosas iguales o peores. Citan, por ejemplo, a la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, que llamó "bellacos" a quienes la criticaron por su actitud tras el atentado que le tocó vivir en Bombay; o al presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, que amenazó con sacarse "la pirula" y orinar frente a la sede de IU.

"Yo soy portavoz del PP en la FEMP y no voy a hablar de otras situaciones. La ofensa que Castro hizo a los votantes del PP nunca la había hecho ningún cargo de la FEMP. Es intolerable y debe dimitir", concluye Martínez Maíllo.