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La alcaldesa de Lizartza declara ante el juez por las amenazas de muerte de ANV

La alcaldesa de Lizartza (Guipúzcoa), Regina Otaola, del PP, y el simpatizante de ANV que supuestamente la amenazó de muerte el pasado viernes por izar la bandera española en el Ayuntamiento están citados a declarar esta mañana ante un juez de Tolosa, según confirmó ayer el entorno de Otaola. La alcaldesa fue abucheada e insultada por una veintena de personas el pasado día 7, cuando procedió a izar las banderas en el balcón consistorial para abrir las fiestas de Lizartza. Ella sostiene que uno de los manifestantes le dijo: "Vas a morir".

El PP gobierna en Lizartza, feudo tradicional de Batasuna, porque fue el único partido que obtuvo votos válidos (27 papeletas en un pueblo con 600 vecinos) en las pasadas elecciones del 27 de mayo. Ningún otro partido legal se presentó a los comicios, y la lista de Acción Nacionalista Vasca (ANV, la formación bendecida por Batasuna) fue declarada ilegal. La izquierda abertzale reivindica como propios los 186 votos nulos y afirma que Otaola "nunca será la alcaldesa" del pueblo.

Las supuestas amenazas se produjeron el viernes, en el arranque de las fiestas. En cumplimiento de la ley, Otaola y varios miembros de su equipo procedieron a izar las banderas local, vasca y española en el balcón del Ayuntamiento. Eso desató la ira de un grupo de personas, presuntamente simpatizantes de ANV, que se había concentrado frente al Consistorio.

"Nos han llamado de todo y, en un momento dado, uno de los manifestantes se ha dirigido a mí y me ha dicho: 'Vas a morir", contó después la alcaldesa. Inmediatamente pidió a la Ertzaintza que identificase a ese hombre, y lo denunció en comisaría por amenazas. Otro vecino fue denunciado por la policía por llevar un cartel en el que se injuriaba a Otaola, y previsiblemente declarará también hoy ante el juez.

Llamada al fiscal

La fiscalía aún no se ha pronunciado, aunque el ex ministro socialista José Bono asegura que José Luis Rodríguez Zapatero le dijo que había telefoneado personalmente al fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, para interesarse por el asunto.

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Bono explica, en un artículo publicado ayer en este periódico, que él mismo llamó a Otaola para expresarle su "solidaridad", y añade: "Poco después hablé con el presidente Zapatero para comentarle si lo ocurrido [las amenazas a la alcaldesa] teníamos que soportarlo en silencio sin que la fiscalía actuase [...] Me alegró escuchar al presidente y encontrarlo en su sitio. Sus palabras fueron alentadoras y gratificantes: '¡Pepe! Ya he llamado al fiscal'. El presidente no soporta que se viole la legalidad", concluye, satisfecho, Bono. La fiscalía no quiso confirmar ni desmentir ayer esa supuesta llamada de Zapatero.

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