La alcoholera incendiada no informó que tenía depósitos subterráneos

Los responsables de Alcoholera de El Puerto, S. A. no informaron a los bomberos de la existencia de dos depósitos subterráneos el día de la explosión de la factoría, siniestro que se cobró ocho vidas y produjo tres heridos graves, según el informe de actuación del Cuerpo de Bomberos. Esos depósitos fueron descubiertos por los bomberos durante el segundo día de los trabajos de extinción.Los planos de la factoría no fueron facilitados a los bomberos durante el primer día de los trabajos de extinción, pese haber sido reiteradamente solicitados. El informe, que será adjuntado a las diligencias sumariales que se siguen en el juzgado de El Puerto de Santa María (Cádiz), señala que tales depósitos son los primeros de alimentación de cisternas.

Las últimas explosiones sorprendieron a los equipos de rescate y al propio juez de instrucción número 1 del El Puerto, Jesús Hidalgo, cuando procedían al levantamiento del octavo cadáver recuperado entre los amasijos de hierros de uno de los depósitos siniestrados. Rápidamente tuvieron que desalojar la zona y formar un nuevo cinturón de seguridad. Las explosiones correspondían al alcohol que contenían dos depósitos de unos 20.000 litros de capacidad cada uno de ellos. Precisamente la situación de esos depósitos coincidía con el lugar en el que se estableció la base operativa del rescate y salvamento, según informaron fuentes del Ayuntamiento de El Puerto.

Por su parte, Juan Basallote de Alba, administrador principal de Aduanas de la provincia de Cádiz, manifestó ayer a este periódico que todos los depósitos fiscales de alcohol estaban controlados por esa administración. "No tenemos noticia de que existieran depósitos clandestinos", afirmó. Basallote agregó que el mismo día del accidente estaba prevista una inspección por los servicios de vigilancia aduanera, antes de la reanudación de la actividad de la fábrica tras las vacaciones de verano.

El alcohol es un producto estrechamente controlado por la administración fiscal española. Su fabricación y distribución está sujeta a un fuerte impuesto especial.

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