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Reportaje:

30 años del 'caso Pertur'

Compañeros del ex dirigente de ETApm, partidario de abandonar la lucha armada, piden que se esclarezca su desaparición

El 26 de julio de 1976, el dirigente de ETA Político-militar Eduardo Moreno Bergareche, Pertur, salió de su pequeño apartamento en San Juan de Luz (Francia), tras recibir una llamada, para dirigirse al bar La Consolation de esta localidad y nadie le volvió a ver. En los treinta años transcurridos, la familia no ha conseguido dar con su paradero y esclarecer uno de los enigmas que quedan de aquella época. Hoy, sus ex compañeros le tributarán un homenaje en San Sebastián, un recordatorio y una apelación a que el caso se aclare porque no quieren que el misterio persista. "Se trata de una deuda moral", afirman.

Pertur es uno de los referentes de desaparecidos de la transición política española. Con sólo 25 años, su personalidad y preparación intelectual y política le predispusieron al liderazgo en una ETA Político-militar convulsa que en 1976 trataba de adaptarse a los nuevos tiempos tras la muerte del dictador. Por eso, su desaparición, en aquellos momentos de transformación interna, en un ambiente de clandestinidad repleto de intrigas, fue un mazazo y una pérdida muy sensible en el seno de ETA y de la izquierda vasca. Sobre todo porque, precisamente, su aportación consistió en anteponer para el futuro de ETApm la actividad política a la violencia armada.

Tres décadas después, sus amigos y ex compañeros no quieren que se le olvide. Pretenden reconocer el papel trascendental que entonces desempeñó en el nacimiento, en una asamblea celebrada muy poco después de su desaparición, del partido EIA, embrión de Euskadiko Ezkerra. Pertur era el autor de la ponencia Otsagabia, que teorizaba la creación del partido que acabó imponiéndose a la organización armada, ETApm, cuya disolución consiguió en 1981. También apelan a la responsabilidad de los poderes públicos para que se esclarezca el caso, teniendo en cuenta que "aún siguen estando vivos los que saben de su paradero".

Otro móvil impulsa a los organizadores del homenaje que hoy se tributará a Pertur en el paseo Nuevo de San Sebastián, ante la escultura de Jorge Oteiza que mira al horizonte: el apoyo a los padres y hermanos de Pertur, a los que reconocen "la entereza y dignidad con la que han sabido llevar una situación tan dramática".

"Nos emocionó mucho que, después de 30 años, los amigos todavía le recordaran con cariño y quisieran hacerle un homenaje. Porque 30 años son muchos", afirma Marta Bergareche, la madre de Eduardo. Ella conserva pocas esperanzas de que se logre encontrar a su hijo si no se aporta algún elemento nuevo a la investigación. Y considera "muy difícil que quien lo ha hecho contribuya a esclarecerlo, como no tenga un ataque de remordimientos del que, por ahora, no da muchas señales".

La desaparición de Eduardo Moreno fue inicialmente atribuida a la policía o los servicios secretos. De hecho, el comando Antonio Guezala de la Triple A reivindicó días después su secuestro y asesinato. Pero un año después y, ante insinuaciones hechas a la familia desde ETA Militar, ésta denunció como responsables a los Bereziak, los comandos especiales de ETApm con los que Pertur mantenía un claro enfrentamiento a raíz del desenlace del secuestro del industrial nacionalista afín al PNV Ángel Berazadi, al que asesinaron, lo que provocó su dimisión de la dirección de los poli-milis. Las tensiones derivadas de este episodio llevaron a los Bereziak a secuestrar a Pertur a finales de abril de 1976, acusado de "indisciplina", mientras se celebraba una preasamblea de cuadros de ETA para analizar el tema. Tras el desdoblamiento y la constitución de EIA como partido político en agosto de ese año, los Bereziak se escindieron de ETApm y, ante la imposibilidad de consolidarse como organización autónoma, se integraron en ETA Militar en mayo de 1977.

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En este duro contexto -Pertur reconoció a sus íntimos que tenía miedo de sus compañeros- se produjo, el 26 de julio, su desaparición, y es lo que tuvo en cuenta su familia para promover meses después que la policía francesa investigara la presunta responsabilidad de los Bereziak, algunos de cuyos miembros, casualmente, fueron los últimos en verle.

La investigación que hizo la policía francesa incluye una declaración de Francisco Mujika Garmendia, Pakito, en la que reconoce que él, junto a Miguel Ángel Apalategi, Apala, destacados miembros de Bereziak, se encontraron "casualmente" con Pertur esa mañana en San Juan de Luz y éste les pidió que le trasladaran a la frontera de Behobia, donde tenía una cita a las once de la mañana. Una cita de la que nadie de ETA tuvo constancia.

Pakito reconoció a la policía que en el trayecto, para el que emplearon hora y media pese a mediar sólo 20 kilómetros, al salir de San Juan de Luz, detenido en un semáforo, charló con dos refugiados. Después, dejaron a Pertur en Behobia y se dirigieron a un bar de Hendaya.

Eduardo Moreno Bergareche, <i>Pertur.</i>
Eduardo Moreno Bergareche, Pertur.

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