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Dos años después

María Fabra

El primer auto del juez Baltasar Garzón sobre el caso Gürtel ya hablaba de la concesión de la variante de Olleros de Alba (León) a Teconsa y del posible pago de una comisión a la trama corrupta que lideraba Francisco Correa. Desde entonces han pasado más de dos años, múltiples indicios y un sinfín de documentos e informes. Pero no ha sido hasta ahora cuando los máximos responsables de la empresa han sido imputados y son llamados a declarar, acusados de delitos contra la Administración pública y blanqueo de capitales.

La imputación parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, aunque Teconsa está implicada en las tres ramas de la trama. En Madrid, por sus negocios en Boadilla del Monte (Madrid); en Castilla y León por la adjudicación de la variante de la autovía de Olleros de Alba; y en Valencia por la adjudicación de servicios para la visita del Papa. Sin embargo, la parte valenciana fue devuelta al TSJ de Madrid después de que el tribunal valenciano entendiera que no era competente para su investigación, ya que en las supuestas irregularidades no estaba implicado ningún cargo aforado.

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