Los apagones en Cataluña no podrán durar más de dos horas

Las averías eléctricas que sean culpa de Fecsa Endesa y que se produzcan en las localidades catalanas con más de 20.000 puntos de suministro, las llamadas zonas urbanas, deberán haberse reparado en un 90% al cabo de dos horas. Transcurridas cuatro, todos los afectados deberá tener el problema resuelto.

Ésta es una de las medidas que incluye la nueva Ley de Garantía y Calidad del Suministro Eléctrico en Cataluña, y que mañana tiene previsto aprobar el Gobierno de José Montilla. La normativa actual sobre índices de calidad del servicio, un real decreto de 2001 actualizado el pasado mes de abril, fija un tope global de cinco horas para que se recupere el servicio en las citadas zonas urbanas.

La nueva ley catalana, que el Gobierno autónomo se ha apresurado a redactar por la psicosis desatada a raíz del gran apagón de Barcelona producido el pasado 23 de julio, da dos años de plazo a las compañías eléctricas para que adapten sus instalaciones a la nueva exigencia que se introduce en la misma norma: que todos los clientes puedan ser alimentados por más de una subestación eléctrica. La idea es mallar la red para que cada cliente dependa de una subestación en condiciones normales pero que, en caso de avería, tenga asignada otra subestación.

"Esta medida, a falta de concreción, podría significar doblar el número de activos", señalan, en tono de queja, fuentes de Fecsa Endesa, que aluden además al coste "millonario" que implicaría. La Generalitat descarta que haya que duplicar las instalaciones.

Además de exigir planes de inversiones y de reforzar los controles de las inspecciones de la red, la nueva ley abre la puerta a que Endesa recompre activos a Red Eléctrica que ésta le había traspasado hace cuatro años: contempla que las empresas distribuidoras sean dueñas de los cables soterrados de 220 kilovoltios que hagan más funciones de distribución que de transporte.