Nueve coches destrozados y otros seis afectados en el incendio de garaje de Moratalaz
El aparcamiento es compartido por un bloque de cuatro portales.- Cerca de 60 bomberos participaron en la extinción de las llamas
Nueve vehículos destrozados y seis dañados por el calor, además de decenas ensuciados por el humo, es el balance del incendio registrado esta madrugada en la calle de José Bergamín, en el distrito de Moratalaz, por causas aún desconocidas. Unos 60 bomberos participaron en la extinción del fuego, según informó un portavoz de Emergencias Madrid. Ninguna persona resultó herida grave, aunque tres vecinos que inhalaron humo tuvieron que ser atendidos por intoxicación leve y un bombero por sufrir un golpe de calor.
El incendio, que comenzó alrededor de la una y media de la madrugada, tuvo lugar en el garaje que comparten los números dos, cuatro, seis y ocho de la citada calle. Eduardo José Gómez, un vecino de 25 años de uno de los inmuebles afectados, fue el primero en llevarse el susto. "Llegaba a casa y me iba a meter al garaje con mi coche, cuando de pronto vi que salían unas columnas de humo increíbles. Tuve que dar marcha atrás y enseguida llamé a los bomberos. Y a mis padres, claro, que estaban en casa".
Los bomberos acudieron con dos vehículos, pero debido a las dimensiones del incendio y el intenso humo que emanaba de los respiraderos y las rampas de acceso del aparcamiento decidieron pedir refuerzos. En total, se desplazaron 15 camiones y vehículos de bomberos hasta el lugar, aunque aún así la extinción se vio complicada por la gran cantidad de calor acumulado en el interior del garaje, de unos 3.000 metros cuadrados de superficie.
"Los bomberos nos avisaban por megafonía que nos quedáramos en casa", cuentan Julián Álvaro y Pablo Fuertes, dos vecinos del primer piso del portal número cuatro, el más afectado de todos, al estar debajo de la zona donde el incendio fue más virulento. "Las habitaciones de casa estaban llenas de humo y nos refugiamos en las habitaciones menos afectadas, poniéndonos toallas húmedas sobre la boca y en las ranuras de las puertas", relatan. "Ahora todo está manchado dentro de las casas más bajas".
Los vecinos que decidieron salir de sus casas "por si acaso", como cuenta María Angustias Pérez, no pudieron volver a entrar hasta pasadas las cinco de la mañana, ya que los servicios de emergencias habían cortado la calle y prohibido el acceso a los portales. "Mis niñas tenían cercos negros que les aparecieron dibujados alrededor de la nariz", dice Victoria Madroño, la vecina del segundo del número dos. "Fue un gran susto, la verdad".
Algunos de los vecinos intentaron por la mañana acceder al garaje, pero la policía había acordonado la zona para poder investigar los hechos y los afectados no pudieron ver si sus coches estaban entre los siniestrados. Antonio Huerta consiguió divisar durante unos segundos el interior del garaje antes de ser apercibido por un agente, pero "estaba todo tan negro que no logré ver nada", asegura. "El problema ahora es que los seguros no se van a hacer cargo hasta que no sepamos el nivel de daños y las causas del fuego, y hasta que resuelvan todo eso... ¿qué hacemos?", se pregunta este vecino. "Nosotros trabajamos en Rivas y Coslada", lamentan Aída y Carlos, un matrimonio que guardaba los dos coches que tienen en el garaje incendiado. "Si ahora me quedo sin coche, mi viaje al trabajo pasará de ser de 20 minutos a dos horas. Imagina la faena que me han hecho. Y encima no puedo saber todavía como está mi coche", se queja ella.
Los 10 comercios situados en la misma calle también se vieron afectados por el humo y las cenizas que entraron en sus establecimientos por las tuberías y rejillas interiores, aunque ninguno tiene que lamentar pérdidas de gran cuantía.
