Los arquitectos Hadid, Zaera y Rogers y dos equipos de paisajistas optan a diseñar el Parque Central

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha dado a conocer hoy los nombres de los candidatos a diseñar el futuro Parque Central de Valencia, un gran espacio verde de más de 250.000 metros cuadrados y una nueva zona residencial que surgirán del soterramiento de la playa de vías férreas en el centro de la ciudad. De una lista de 36 candidatos, un jurado técnico ha seleccionado a cinco aspirantes a ganar el concurso. Se trata de los equipos de Zaha Hadid, premio Pritzker de arquitectura de 2004 y artífice de la Ópera de Cardiff; Alejandro Zaera Polo, responsable de la BBC Music Box de Londres, que se apoyará en el arquitecto local Juan Añón; Richard Rogers, también premio Pritzker y autor de la T-4 del aeropuerto de Madrid, que llega de la mano del despacho del valenciano José María Tomás (encargado de la rehabilitación de Tabacalera); y de los despachos de paisajistas y arquitectos West 8 y Gustafson Porter. Esos dos últimos, quizá los más desconocidos, están especializados en paisajismo. El primero, West 8, se hizo, por ejemplo, con el proyecto de reordenación de la ribera del río Manzanares en Madrid. Del equipo de Gustafson Porter, radicado en Londres, la alcaldesa ha destacado su candidatura por orientarse "claramente al diseño del parque".

Barberá, acompañada de Alfonso Grau, primer teniente de alcalde y presidente del jurado, y Salvador Martínez Císcar, director general de la sociedad Valencia Parque Central (integrada por el Ministerio de Fomento, el Consistorio y la Generalitat), ha indicado que el ganador, que percibirá tres millones de euros por el proyecto, se conocerá el próximo diciembre. Los cuatro finalistas serán premiados con 50.000 euros cada uno. Grau ha señalado, además, que a partir de entonces, el ganador tendrá "entre 10 meses y un año para redactar el proyecto de ejecución definitivo". Martínez Císcar ha añadido que "los trabajos que los finalistas presenten en cuatro o cinco meses serán anteproyectos perfectamente ejecutables". Barberá ha insistido repetidamente en que "el se ha quedado fuera, caso de Norman Foster o Benedetta Tagliabue, no es que sea peor, sino que no es el idóneo para el trabajo".