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Los asesinos de Maores quedan libres a los 9 meses al no haber sentencia firme

La ley obliga a su excarcelación hasta que se pronuncie la Audiencia Provincial

Sergio y Luis, los dos jóvenes de Ripollet condenados por el asesinato de María Dolores Ramírez Alonso, Maores, saldrán hoy en libertad vigilada. Así lo ha acordado el Juzgado de Menores número 3 de Barcelona por imperativo legal, al cumplirse el plazo máximo de nueve meses de internamiento que prevé la ley para los menores de 16 años sin que haya sentencia firme. La situación de libertad se mantendrá hasta que la Sección Tercera de la Audiencia de Barcelona se pronuncie sobre el recurso presentado por los abogados defensores de los jóvenes.

Ese trámite puede durar varios meses, salvo que los jueces lo aceleren por la trascendencia mediática del caso. Sergio, de 15 años, fue condenado el pasado día 17 como autor material del asesinato a la pena máxima de cinco años de internamiento y tres de libertad vigilada que prevé la ley del menor. En el caso de Luís, de 14 años, deberá estar internado cuatro años y nueve meses, y otros tres más en libertad vigilada.

Si la Audiencia confirma esas penas, los jóvenes regresarán a un centro a seguir cumpliendo la condena. La misma sentencia les impuso la prohibición de acercarse a menos de 500 metros al domicilio de la víctima y al instituto donde estudiaban Maores y los compañeros que acabaron siendo sus asesinos. Las familias de ambos ya no residen en Ripollet. El juez les ha impuesto, además, la obligación de presentarse en el juzgado cada quince días y que un educador supervise el programa de rehabilitación al que serán sometidos.

El crimen se produjo el pasado 1 de noviembre y causó una honda conmoción en Ripollet al conocerse que la víctima había muerto degollada. Sergio, el autor material del crimen, se acogió en el juicio a su derecho a no declarar y Luis negó su implicación en los hechos. La sentencia relata que Sergio fue a buscar a Maores a su domicilio el día del crimen y que la chica advirtió a su familia que volvería en unos minutos. Les acompañaba Luis y los tres acabaron en un descampado, donde la chica recibió una puñalada mortal.

Días después, la policía se incautó de los ordenadores de ambos agresores, en los que aparecían numerosos correos electrónicos con Maores. Las imágenes y los vídeos de la víctima siguen todavía colgados en la Red. Luis declaró en el juicio que vio discutir a Sergio y a Maores y que intentó separarlos, pero que su amigo le pidió que se alejara porque, si no, sería peor para él.

Por ello, añadió que ignoraba lo que sucedió después. A las pocas horas de ocurrir los hechos, los Mossos d'Esquadra encontraron el cuerpo sin vida de Maores. En el juicio también declaró como testigo un camionero que dormía esa noche en su vehículo en el descampado en el que se produjo el crimen y quién aseguró que oyó un quejido y vio a un chico "encima de un bulto".

Los forenses descartaron en el juicio que Sergio sufriera ningún tipo de trastorno psíquico que mermara sus facultades y así lo recogió la sentencia. El juez también condenó a ambos jóvenes a indemnizar conjuntamente a la familia de la víctima con 525.000 euros.

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