En caravana hacia el aeropuerto
"Recibir esta noticia ha sido gloria bendita". Así definía Josep Lluís Guerrero su alegría mientras se encaminaba al encuentro de Albert y Roque. Guerrero es uno de los 25 cooperantes que, pasadas las nueve de la noche de ayer, partieron del puerto olímpico de Barcelona rumbo al aeropuerto de El Prat para recibir a sus compañeros de caravana y amigos después de casi nueve meses de ausencia. Los cooperantes decidieron homenajear a los secuestrados con una caravana de vehículos similar a la que utilizan cada año para recorrer África occidental y repartir ayuda en diversos países.
La caravana del año pasado fue asaltada por los terroristas, pero los cooperantes tuvieron el valor para reunir un camión, 14 coches y dos motocicletas y, en fila, dirigirse hasta la terminal 2 del aeropuerto de El Prat. Todos los vehículos lucían los logotipos de la ONG Barcelona Acció Solidària. "Es un momento muy especial para todos nosotros, ha sido muy dura la espera", explicaba una cooperante que, visiblemente emocionada, iba en uno de los vehículos hacia El Prat. "Se han publicado cosas feas, como que somos unos pijos. ¡Pero yo aún me estoy pagando el viaje!", añadió la joven, que prefirió no revelar su nombre.
Presidida por el camión, la comitiva llegó a las 21.30 horas al aeropuerto, donde todo estaba preparado para recibir a los secuestrados. Ya en la terminal, los cooperantes se fundieron en abrazos y, minutos más tarde, decidieron ir a cenar a un establecimiento de comida rápida del aeropuerto para aguantar mejor la espera.
