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"Las chicas de hoy en día no aguantan nada"

Una empresa de Madrid, obligada a readmitir e indemnizar a una trabajadora que sufrió trato vejatorio y fue despedida.- La sentencia considera que su jefe vulneró siete derechos fundamentales

El Juzgado número 19 de lo Social de Madrid ha condenado a una empresa a readmitir a Esther L.M., una trabajadora que fue despedida tras sufrir un infierno de tratos vejatorios por parte de su superior, José Julio L.L., quien la insultaba, se metía en su vida privada y encima le decía cosas del tipo "las chicas de hoy en día no aguantan nada". También condenado a la empresa a pagarle casi 22.000 euros en concepto de perjuicios económicos y daños morales. La Justicia considera que el jefe vulneró hasta siete derechos de la mujer que, al conocer la noticia, ha confesado que no puede ni imaginarse el regreso a un trabajo con el mismo responsable. El nombre de la empresa no ha trascendido, ya que el caso está pendiente del recurso presentado por la dirección.

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La situación sufrida por esta trabajadora se remonta a 2005, cuando la mujer padeció "constantes y reiteradas amenazas, insultos e intromisiones en su vida personal por parte de su superior ", dice la sentencia. En 2006, sufrió una crisis de ansiedad relacionada con estrés laboral y, un tiempo después, tuvo una incapacidad temporal. Ahora, lleva más de un año de tratamiento psiquiátrico y psicológico.

Entre los ejemplos de trato vejatorio reflejados en la sentencia destacan algunos como "a ti te ha faltado una hostia a tiempo bien dada" o "hasta donde le llegan los cuernos a tu novio". Cuando el padre de la chica enfermó, el jefe le dijo que "todo lo malo" que le pasaba era "por no creer en Dios". Cuando la trabajadora le requería para que no se inmiscuyese en su vida privada, por ejemplo cuando éste le echaba en cara que vivía con su pareja sin estar casada, su superior le contestaba, entre otras lindezas: "La próxima vez que me hables así te irás a la puta calle porque yo hago así y tengo 50 personas como tú, (...) niñata maleducada, consentida".

"Estoy hasta la polla de ti"

El superior le dijo en una ocasión a la víctima: "Ya te puede meter en cintura tu novio porque así te va a ir muy mal". "Estoy harto de escuchar tu voz. La próxima vez que te escuche hablar recibirás una carta de aviso", le espetó en otra ocasión. Además, las descalificaciones eran "constantes", como destaca la sentencia. "Ya está bien, estoy hasta la polla de ti", le decía el acusado. Según ha informado UGT de Madrid en un comunicado, cuando la trabajadora se quejó de lo que estaba sucediendo, no sólo no intervino en su defensa sino que la despidió.

Por este motivo, el Juzgado de Social consideró, en un sentencia dictada en mayo, nulo el despido de Esther L.M. por "vulneración de los derechos fundamentales a la tutela judicial efectiva, al respeto a la dignidad, la libertad personal, la integridad física y moral, la intimidad, el honor y la salud laboral". Además, condena a la empresa a indemnizar a la trabajadora con 21.780 euros, a readmitirla en iguales condiciones y al abono de los salarios desde el despido hasta la readmisión.

La chica debería estar trabajando desde hace una semana y media, pero no se ha podido reincorporar. Entrevistada por la cadena SER, ha dicho que la sola idea de volver a ver a su jefe la pone "enferma". El sindicato ha celebrado esta sentencia porque "salvaguarda derechos fundamentales de los trabajadores en el marco de su relación laboral". "Miles de trabajadores y trabajadoras, hombres y mujeres, pueden sufrir y sufren este tipo de trato vejatorio y maltrato por parte de sus superiores y este tipo de comportamientos deben ser denunciados, rechazados y socialmente erradicados", añade UGT.

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