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Los colectivos de jóvenes científicos denuncian que el recorte del presupuesto de I+D perjudica a la ciencia y a la sociedad

La Plataforma de Investigadores del Colegio de España en París reclama cambios en el sistema español de ciencia que atajen la fuga de cerebros

Los casi 3.000 investigadores firmantes del Manifiesto pro la Investigación, junto con la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios y la Asociación Nacional de Investigadores Ramón y Cajal denuncian en un documento que el fuerte recorte presupuestario para la ciencia previsto en los presupuestos del año que viene "no solamente perjudican al mundo de la investigación, sino a la misma sociedad".

Los científicos recuerdan que en los últimos años se ha registrado un crecimiento continuado de los recursos dedicados a I+D, lo que ha repercutido ya en un mayor prestigio de los investigadores españoles y los centros de investigación, con destacados descubrimientos en áreas como la biomedicina, el cambio climático o los procesos tecnológicos, por citar sólo unos pocos. "Es por eso que no podemos permitir que se recorte tan drásticamente el presupuesto de I+D". Los investigadores de estas diferentes plataformas explican que están preparando movilizaciones de protesta. Los fondos para investigación científica se recortarán en torno a un 15% el año que viene.

Los investigadores se congratulan del apoyo recibido en su iniciativa: "mil blogger han redactado textos a favor de la ciencia y se han recibido más de 12.000 apoyos por internet" al manifiesto.

Pese a ello "no sólo se está haciendo caso omiso de la voluntad popular, sino que se está intentando confundir a la población mediante comunicados engañosos, negando el recorte o directamente desviando los ya escasos fondos de I+D a otros recursos que nada tienen que ver con la investigación pública y de calidad", afirman el documento.

A la vez, más de 60 investigadores y artistas que desarrollan su actividad en la capital francesa han firmado un manifiesto redactado por la Plataforma de Investigadores del Colegio de España en París en el que denuncian que "las actuales perturbaciones ligadas a la política de presupuestos pueden suponer otra oportunidad perdida para un progreso económico y social que no debería depender de legislaturas, crisis, opiniones o modas". Los firmantes, preocupados por la fuga de cerebros, reclaman "un cambio de dirección tendiente a subsanar los daños señalados y dispuesto a apostar por la sociedad de desarrollo, progreso y bienestar a la que todos los ciudadanos aspiramos".

Contra la fuga de cerebros

"Constituimos una de las generaciones que ha recibido más y mejor formación, formación sostenida en la creencia de que la investigación en todas las áreas del saber constituye un bien comunitario indiscutible del que el conjunto de la sociedad, y no sólo el tejido empresarial, se beneficia ampliamente", declara el manifiesto de la Plataforma de Investigadores del Colegio de España en París.

La ciencia española ha experimentado en los últimos años un "renacer a nivel internacional" que permitía pensar en una ciencia española "de primera división", dice el documento, firmado por más de 60 investigadores y artistas. "Sin embargo, el último baile de cifras en el presupuesto asignado a la investigación nacional escenifica, de nuevo, el lugar que históricamente otorgamos a los investigadores y a sus proyectos". Si los calificativos de "precariedad, inestabilidad y austeridad" son ahora palabras comunes en la sociedad española, hay que recordar que definen la situación histórica de las personas que se dedican a la ciencia en España, añade el manifiesto.

Los firmantes del manifiesto resumen una carrera tipo del científico en España que a menudo se trunca con el abandono de la investigación o la salida hacia "otras geografías en las que la investigación goza de legitimidad política y social, donde el investigador encuentra la consideración y dignidad a la que cualquier profesión aspira".

Al acabar la carrera universitaria, con un buen expediente, una persona que quiera seguir la carrera de la ciencia se incorpora en algún departamento y pide una beca para mantenerse económicamente, que a menudo tardan en concederse, resume el documento. Tras la competición que culmina con el doctorado, "el joven investigador, que ya no es un estudiante en período de formación, sino un profesional con la más alta cualificación, capaz de realizar aportaciones en el campo del conocimiento, roza la treintena", pero "no cuenta con demasiadas perspectivas de futuro estable".

Llega el momento de hacer una estancia en algún centro de investigación extranjero, para lo que no es fácil lograr la financiación, y los españoles son bien recibidos porque tienen una buena formación. Para el retorno de estos científicos formados no faltan las dificultades como "los recortes de presupuesto y la endogamia universitaria".

"El investigador español en el extranjero ve cómo sus colegas europeos o americanos, de trayectorias comparables a la suya, gozan de una estabilidad profesional y familiar que contrasta vivamente con la precariedad de la suya", dice el manifiesto de París. "¿A quién puede extrañar la famosa fuga de cerebros?".

La Plataforma de Investigadores del Colegio de España en París concluye con varias preguntas: ¿Para qué invierte la sociedad española en una formación de calidad de la que finalmente no aprovecha sus beneficios? ¿Por qué no sigue España el ejemplo de otros países europeos o de EEUU que, frente a la crisis, han decidido aumentar sus presupuestos en investigación? ¿Por qué, en definitiva, nuestros investigadores se marchan?

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