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El 'comando Donosti' nació en vísperas de la tregua

ETA declaró el 22 de marzo de 2006 su "alto el fuego permanente" con un vídeo difundido por la televisión pública vasca. Sin embargo, el jefe del aparato militar de ETA, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, había ordenado al menos dos semanas atrás la creación de un nuevo comando Donosti dirigido supuestamente por José Ángel Lerín Sánchez, Jaxinto, quien fue detenido la semana pasada por la Guardia Civil. ETA proclamaba la tregua, pero a la vez se preparaba para volver a actuar. El grupo montado en Guipúzcoa tenía explosivos e información sobre objetivos terroristas, cinco de ellos muy elaborados, pero aún no estaba autorizado a hacer atentados.

El dirigente Txeroki tendría que cursar una "directriz especial" antes de atacar a dirigentes del PSOE, PNV e IU
La Guardia Civil posee un documento en el que el supuesto jefe del 'comando' dice que "hay que ir afilando el hacha"
El nuevo grupo estaba formado al menos por unos 30 activistas, la mayor parte de los cuales han logrado huir
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El jefe militar de ETA se reunió en Francia con Lerín, un etarra liberado [a sueldo] y le ordenó que pasara a España para montar en Guipúzcoa un comando que reemplazara al antiguo comando Donosti. Fue un día no precisado del mes de marzo del año pasado, apenas dos o tres semanas antes de que la organización terrorista hiciera pública su declaración de tregua. "ETA siguió el aforismo clásico romano de si vis pacem, para bellum. Es decir, que al mismo tiempo que aseguraba que quería la paz se estaba preparando para la guerra", opina un experto antiterrorista tras la operación policial que ha culminado con la desarticulación del comando Urederra, sucesor del viejo comando Donosti.

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El 11 de mayo de 2006, obedeciendo las instrucciones de Txeroki, Lerín cruzó la frontera franco-española por el paso de Biriatou. Lo hizo, en unión del también liberado Alejandro Zobaran, Xarla, pedaleando sendas bicicletas que les había proporcionado el jefe etarra, según fuentes de la lucha antiterrorista. La orden era: montad una infraestructura y recabar información sobre potenciales objetivos contra los que atentar. Así se ponía en marcha la creación de una estructura terrorista en Guipúzcoa casi dos semanas antes de la declaración de alto el fuego.

'Dinamizadores'

Los expertos barajan la hipótesis de que Lerín y el ahora huido Zobaran tenían la misión de actuar como "dinamizadores" o responsables de un complejo terrorista compuesto por varias decenas de activistas legales (no fichados).

Hace varias semanas, el Servicio de Información de la Guardia Civil detectó al supuesto etarra Juan Carlos Herrador Pouso, Balsero, y decidió seguir sus pasos. Con el tiempo sería la pista que condujera hasta Lerín, quien fue arrestado el pasado 28 de marzo en un piso franco de la calle de Belabi, en Andoain.

La redada se ha saldado, por ahora, con el encarcelamiento de una decena de personas contra las que el juez Ismael Moreno considera que hay más que sospechas de su pertenencia o colaboración con ETA. Serían parte de las más de 30 personas que posiblemente configuraban el núcleo del nuevo entramado terrorista.

Aparte de los detenidos, la Guardia Civil está tras los pasos de otros 13 sospechosos: cuatro de ellos liberados y el resto legales (no fichados por la policía). Los primeros son Alejandro Zobaran, el individuo que hace algo más de un año cruzó la frontera con Lerín; Zigor Ruiz Jaso; Itziar Plaza Fernández y Ekaitz Aguirre Goñi. Entre los legales destacan Iñaki Lerín, hermano del supuesto jefe del comando; Ugaitz Astiz, Mikel Olza, Urtxi García Montero y Oiana Santolaria del Campo.

Lerín fue enviado a Guipúzcoa por la dirección etarra, pero ya antes se hallaba en esta zona el fugado Zobaran, que sería quien le proporcionase la infraestructura para empezar a montar el nuevo comando Donosti, según las investigaciones de la Unidad Central Especial l (UCE-1) de la Guardia Civil.

Durante los últimos 12 meses, Lerín se dedicó a montar el comando contando con otros correligionarios que recopilaron información sobre potenciales objetivos y trasladaron 200 kilos de material explosivo a Navarra y Guipúzcoa.

Cinco objetivos elaborados

El comando disponía de información elaborada sobre el filósofo Fernando Savater, miembro de la plataforma ¡Basta Ya!, sobre una patrulla de la Guardia Civil y otra de la Ertzaintza, sobre un policía nacional al que habían planeado matarle en un bar del barrio donostiarra de Amara y sobre Pedro José Miguéliz, Txofo, que fue un testigo clave de la acusación contra los guardias civiles implicados en el secuestro y muerte de los etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala en 1983.

Al margen de la información sobre esos cinco potenciales objetivos, el grupo tenía informes "mucho menos elaborados" sobre un centenar de personas. Según fuentes de la investigación, es "muy probable" que el comando ya hubiera remitido otros expedientes sobre vigilancias a un número no precisado de ciudadanos. Ya hace seis meses, los servicios policiales franceses y españoles habían empezado a preocuparse por ciertas actividades que indicaban un rearme de ETA, pese a la declaración de tregua aún hoy vigente (la banda no ha facilitado ningún comunicado revocándola).

La reciente operación de la Guardia Civil ha permitido recuperar unos 200 kilos de kaskabarro (cloratita), abundantes detonadores, ollas a presión, ampollas de mercurio para activar bombas lapa (las que se usan para adosar con imanes en los bajos de los automóviles), etcétera. "Tenían todos los elementos para fabricar artefactos explosivos. Pero todo apunta a que no tenían previsto ningún atentado inminente", opina un oficial del instituto armado.

El comando no había recibido de la dirección de ETA luz verde para pasar a la acción. Según las investigaciones, en el momento en que hubieran contado con esa autorización podrían haber atacado a dirigentes del PP, ertzainas, policías nacionales y guardias civiles. Sin embargo, habrían tenido que contar con una "directriz específica" de Txeroki para atentar contra dirigentes del PSOE, PNV e IU.

No obstante, en poder de los detenidos ha sido hallada una nota escrita en ordenador en la que supuestamente Lerín le da instrucciones a Ertkaitz Agote, destacando una frase -"hay que ir afilando el hacha"- que los investigadores creen que podría indicar que el grupo se preparaba para actuar. Se ignora la fecha de este escrito.

Fuentes de la investigación aseguran que los interrogatorios a la docena de detenidos en la reciente redada no han aportado datos sobre la actual visión de ETA sobre el denominado proceso de paz. Tampoco lo ha hecho el descubrimiento del boletín interno Zutabe número 111, desfasado por corresponder al pasado octubre.

La Guardia Civil ha encontrado un documento político de ETA, cuya fecha no ha sido precisada, en el que analiza la tregua y la marcha del proceso de paz, sin que deje traslucir que baraje la ruptura del alto el fuego declarado en marzo de 2006.

La operación policial ha descubierto que el detenido Sergio Lezkano Bernal, que ahora se encargaba de organizar actos de propaganda de Batasuna, era supuestamente quien se ocultaba tras el alias de Kurrtz. Lezkano era quien cubría con un paraguas a Arnaldo Otegi en un mitin en Oiartzun (Guipúzcoa) en diciembre pasado.

La Guardia Civil intentaba desenmascarar desde hace cuatro años a Kurrtz, del que sospechaba que era un activista legal que se dedicaba a pasar información a ETA.

En otoño de 2003, un dirigente etarra, del que sólo se conoce su apodo (Tino), le propuso abandonar esta tarea para ocuparse de la propaganda de Batasuna, cosa que empezó a hacer en 2005.

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