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Un conductor de Vigo pierde 113 puntos de carné al cometer 45 infracciones en menos de un año

El infractor, que tendrá que pagar 8.000 euros en multas, se enfrenta a una pena de seis meses a dos años de prisión

Un conductor de Vigo ha acumulado en menos de un año -de mayo de 2006 a febrero de 2007- 45 multas por conducción temeraria, por lo que tendrá que afrontar el pago de 8.000 euros y la pérdida de 113 puntos del carné, que únicamente consta de 12 desde que entró en vigor el pasado 1 de julio. El infractor, imputado por un delito continuado contra la seguridad del tráfico, ha perdido la posibilidad de recuperar el permiso de conducir durante los próximos 6 meses. Además, se enfrenta a una pena de seis meses a dos años de prisión, así como a la prohibición de a conducir vehículos de motor durante un periodo de entre uno y seis años.

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Carné por puntos

Todas las infracciones las cometió con el mismo vehículo, matriculado un mes antes del primer incumplimiento del límite de velocidad. El coche, que tiene una velocidad máxima permitida por el fabricante de 215 kilómetros por hora, superó incluso esa cifra en la autovía A-52, en un lugar donde el máximo era de 120, registrando el radar un exceso de velocidad del 87,5%.

El conductor temerario fue cazado por los radares fijos de la Dirección General de Tráfico en trayectos por vías de las comunidades de Galicia y Castilla León. En ocasiones superó los límites de velocidad en más del 90%. Los incumplimientos reiterados de las normas de tráfico se sucedieron en distintos tramos de los viales AP-9, A-52, A-55, AP-9V y A6, en las provincias de Lugo, Ourense y Pontevedra. Asimismo, se constataron infracciones similares en otros tramos de las mismas vías a su paso por localidades de Castilla y León y en la A-49, en Andalucía.

Agotados los procesos ordinarios para poder notificar las resoluciones al conductor y propietario del vehículo, la Jefatura de Tráfico ha trasladado el expediente al Subsector de Tráfico de la Guardia Civil. La investigación ha permitido localizar al automovilista y proceder a su imputación. El Instituto Armado no descarta que el expediente se amplíe a raíz de las posibles infracciones que se hayan podido registrar hasta la fecha.

Muy rápido y con muchos coches

Tráfico ha explicado que "el riesgo" que presentaba este individuo al volante se constató, "no sólo por la trasgresión de las normas sino por los datos relativos a la intensidad del tráfico viario en las carreteras y fechas en las que el vehículo investigado fue detectado por las radares de la DGT". Es decir, no sólo corría por encima del límite permitido, sino que lo hacía cuando la circulación era más densa. De este modo, cuando el infractor circulaba a 225 kilómetros por hora en la A-52, en Ourense, el resto de vehículos presentes en la misma calzada iba a una velocidad media de 109 kilómetros.

El radar recogió otra infracción más en ese mismo punto unos meses antes. En esa ocasion su velocidad era de 230 kilómetros por hora, con una intensidad de 505 vehículos. El mismo riesgo se evidenció en otro tipo de viales como la AP-9, donde las cámaras de Tráfico recogieron la imagen del mismo automóvil circulando a 188 kilómetros por hora a la altura de Caldas de Reis (Pontevedra), en un una franja horaria con una intensidad de circulación de 776 vehículos.

EFE

39 años de cárcel por un atropello múltiple

El Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo ha condenado a 39 años de prisión a Nino José Rodríguez Novoa por 17 delitos de lesiones y uno de conducción temeraria al atropellar, en noviembre de 2002, a 34 personas en la calle Mon, una arteria peatonal situada en el casco histórico de la capital asturiana. El fallo de la sentencia fue leído hoy en una audiencia pública en la que estuvo presente el acusado, que cumplirá una pena máxima de siete años y medio de prisión, el triple de la pena más alta correspondiente al delito más grave por el que se le condena. El encausado, que se verá privado además durante ocho años del carné de conducir, deberá indemnizar también con 25.640 euros a Carlos Álvarez Blanco, el único de los 34 heridos que no alcanzó un acuerdo económico con la aseguradora del vehículo que lo arrolló. Los hechos ocurrieron en la madrugada del 9 de noviembre de 2002 en la calle Mon de Oviedo, repleta de gente que entraba y salía de los numerosos bares ubicados en la zona.

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