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La cúpula policial del PP desmiente en un informe la versión de Trashorras sobre ETA

Un comisario niega por escrito dicha implicación y dice que el ex minero acusó a los "árabes"

Jorge A. Rodríguez

Un informe del comisario Miguel Ángel Gamonal, que fue quien detuvo a José Emilio Suárez Trashorras, elaboró una minuta para su jefe, Jesús de la Morena, comisario general de Información, que desmiente que el ex minero vinculara a ETA con los atentados. Gamonal, que acudió a Asturias para seguir la pista de los detonadores hallados en la Renault Kangoo el 11-M, era el brazo derecho de De la Morena, un hombre de la máxima confianza de Jaime Mayor Oreja, Mariano Rajoy y Ángel Acebes como ministros del Interior. El ex minero le aseguró "rotundamente" a Gamonal "que el atentado de Madrid era cosa de los árabes y que podían ser éstos con los que él traficaba con hachís".

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El informe de Gamonal fue enviado al juez Juan del Olmo el pasado mes de marzo ante una información del diario El Mundo. En ésta se decía que existía una nota oculta de los agentes que detuvieron a Trashorras en la que se recogía una confesión de éste de que era amigo de Irkus Badillo y Gorka Vidal, los etarras detenidos en Cañaveras (Cuenca) el día antes de que los explosivos del 11-M salieran de Asturias. "En atención a los extremos publicados por el diario El Mundo el día de la fecha, dirijo la presente a V.E. a fin de solicitar informen sobre la realidad, contenido y existencia sobre esa supuesta información", reclamó Del Olmo.

La nota citada no ha aparecido y las decenas de agentes, inspectores y comisarios consultados dicen no haberla visto ni haber oído hablar de ella. Gamonal, además de entregar su minuta, donde nada se dice de ETA, dejó por escrito al juez: "En ningún momento hizo mención a ninguna persona relacionada con ETA ni a que alguno de los 'moros de Madrid' conociera o guardara algún tipo de relación con militantes de esta banda".

El agente del CNI

En su reciente entrevista con El Mundo, Trashorras aseguró que le había contado a los policías que esa relación entre ETA y Ahmidan existía y que los agentes no le dieron crédito, porque le dijeron "que les interesaba implicar a los moros y dejar ETA aparte, alegando el momento político que se estaba viviendo en España". El más interesado, dijo, en "dejar a los etarras al margen era el agente del CNI". Pero Gamonal y el agente del CNI Santiago D. han negado en varias ocasiones ese extremo, por escrito. "A ellos les daba igual una cosa que otra y en ese momento teníamos la orden de encontrar a ETA por donde fuera", aseguran varios de los mandos de la investigación del 11-M de la etapa popular y de la socialista.

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El documento de Gamonal describe sus dos viajes a Asturias para averiguar la procedencia de los detonadores hallados en la Kangoo. El comisario fue acompañado en el primero de ellos, iniciado el 16 de marzo, por el inspector José Antonio Parrilla, y en Asturias se reunieron con el agente del CNI Santiago D.

La decisión de que el CNI se uniera a esa pesquisa fue adoptada por el secretario de Estado de Seguridad de entonces, Ignacio Astarloa, durante una reunión celebrada el 15 de marzo. En ella el CNI relató que su agente tenía muchos contactos sobre el terreno, según asistentes a la reunión.

La pista de que los detonadores podrían proceder de las minas Caolines de Merilles, sitas a 20 kilómetros de Tineo (Asturias), fue facilitada por un alto cargo de Unión Española de Explosivos al jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano. De la Morena, hombre muy respetado en el mundo policial y por las cúpulas del Ministerio del Interior actual y pasada, encargó el viaje a Gamonal.

Tras varias pesquisas se supo que entre el 20 de febrero y el 2 de marzo se habían realizado cuatro llamadas desde tres cabinas de Avilés al teléfono de tarjeta correspondiente a "una de las 100 del lote al que pertenecía la hallada en la bolsa desactivada", la famosa mochila de Vallecas, y que estaba "centrado en Morata", es decir, el repetidor telefónico junto a la casucha de Chinchón que fue la guarida de los terroristas.

Ese teléfono, a su vez, había estado en contacto con el 675.397.663, en teoría propiedad de María Consuelo Toro, recién casada con el ex minero, que trabajó en la antedicha mina. "Ante este dato, se cita a Emilio en la Comisaría de Avilés para tener una entrevista con él". El ex minero fue atraído al centro policial por su controlador, el agente de estupefacientes Manuel Rodríguez, Manolón. Gamonal llevó gran parte del interrogatorio, y Parrilla, algo menos, porque estaba viendo en una televisión sita en un despacho próximo el partido de la final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Real Zaragoza, según varios de los policías de la comisaría de Avilés.

Las Torres Gemelas

Trashorras le contó cómo, el 26 de febrero, al regresar de su viaje de novios, se reunió en Madrid con Ahmidan, al que él apodaba Mowgli. "Éste, cuando se dirigió a María para felicitarla por su matrimonio, discute con ésta, diciéndole Mowgli que lo de las Torres Gemelas estaba bien hecho, que ellos eran el ejército más poderoso de la tierra, y frases enalteciendo a Dios y maldiciendo a los países que tenían tropas en suelo musulmán". Como España, entre otros.

Según el escrito de Gamonal, Trashorras "asegura rotundamente que el atentado de Madrid era cosa de los árabes y que podrían ser éstos con los que él traficaba con hachís". A raíz de ese momento, la policía rastrea todas las llamadas efectuadas de los distintos teléfonos del ex minero. Fueron confirmadas dos llamadas efectuadas de Ahmidan a Trashorras, el 28 de febrero, desde Corredera y Pravia. Al día siguiente, Ahmidan llama otras cuatro veces al ex minero desde Lena, Grado, Avilés, Gijón y Burgos, a la que se suma otro telefonazo desde la casucha de Chinchón, el 1 de marzo. Todo es conocido por el juez Juan del Olmo.

"Qué me ofrecéis, porque esto es muy gordo"

Los agentes que entrevistaron a José Emilio Suárez Trashorras en Avilés estuvieron "trasteando" al ex minero durante varias horas para "intentar que colaborase". Pero, "como no se derrotaba", decidieron acusarle y formalizar la detención, según agentes que participaron en este punto particular de las investigaciones. El comisario Miguel Ángel Gamonal escribe en su informe sobre lo que ocurrió a partir de las cuatro de la tarde del 17 de marzo de 2004. "María Consuelo Toro Bravo miente defendiendo a su marido. Emilio no reconoce nada. En un momento determinado se junta el matrimonio, se sienta ella en las piernas de él y le dice: 'Cariño, diles todo lo que les tengas que decir pero déjame fuera de esto a mí'. Él se levanta y dice: 'Qué me ofrecéis, porque esto es muy gordo, hay muchos muertos, es un marrón muy gordo".

Es entonces cuando cuenta cómo ha conocido a Jamal Ahmidan a través de Rafá Zohuier y cómo se ha reunido en Madrid con ellos "y otros dos marroquíes para concertar entregas de hachís. Que en la madrugada del día 29 de febrero de 2004, le llamaron porque el Golf negro se les había averiado y les dejó el Toyota suyo para desplazarse a Madrid. Él defiende la posibilidad del robo de los detonadores y el explosivo en la mina Conchita por parte de los marroquíes, ya que éstos conocía su ubicación. Él mismo los había llevado a ella hacía unos cuatro meses, y cogieron detonadores que, según él, estaban tirados por allí, e incluso sabe que les explotó uno cuando lo conectaban a una pila de un teléfono móvil". Una vez detenido y trasladado a Madrid se niega a declarar, pero en el juzgado declara que "cuando contactó con el Mowgli observó el maletero del Golf cargado con bolsas de explosivos". Respecto a los encargados de mina Conchita, Gamonal no duda: "Mienten, al menos en cuanto a la adquisición de los detonadores".

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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