"Las decisiones en el PSOE las ha tomado muy poca gente"

Los 79 delegados que el Partido Socialista de Madrid (PSM) enviará el viernes al congreso federal del PSOE en Sevilla forman el cuarto grupo más numeroso -después de Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana- y también uno de los más imprevisibles. Hay 35 delegados que, teóricamente, van a votar a Alfredo Pérez Rubalcaba; los otros 44, comandados por el secretario regional, Tomás Gómez, no se han manifestado de forma clara, aunque Gómez -enfrentado en 2010 a la dirección federal y a Rubalcaba- parece más cerca de Carme Chacón. Con todos ellos se reunió ayer la candidata en la sede del PSM en Madrid.

Chacón expuso a los delegados las líneas generales de su proyecto para el partido, que repite en cada plaza, e introdujo propuestas nuevas, como la de crear en el PSOE una oficina de apoyo a los alcaldes, grupos municipales y parlamentarios, en situación de franca debilidad tras el arrollador triunfo del PP en las últimas elecciones municipales y autonómicas de mayo. Varios asistentes a la reunión, celebrada en la sede del PSM en Madrid, recogieron la propuesta en sus cuentas de Twitter.

La exministra se declara orgullosa de los Gobiernos de González y Zapatero

También a través de esa red social fueron transmitiendo la intervención de la candidata algunos delegados. "En este partido las decisiones las ha tomado muy poca gente", dijo Chacón -que pertenece a la ejecutiva del PSOE desde hace más de una década-, según varios compromisarios tuiteros. "Basta de injerencias del partido en las federaciones y en las agrupaciones", añadió en otro momento de su discurso.

La federación de Madrid, dividida entre los partidarios de Tomás Gómez y sus críticos -encabezados por el portavoz en el Ayuntamiento de la capital, Jaime Lissavetzky-, ha librado el penúltimo enfrentamiento a cuenta de la situación de la agrupación de Móstoles, cerrada por la dirección regional hace tres años. La comisión de garantías federal del PSOE ha permitido ahora a los militantes de Móstoles votar a sus delegados, y eso ha llevado a los de Gómez a acusar a la dirección federal de injerencia y de intentar beneficiar a Rubalcaba, porque teóricamente Móstoles tiene una mayoría partidaria del candidato.

Chacón, según varios de los asistentes más cercanos a Gómez, se mostró orgullosa de los Gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero -de quien ella fue ministra-, aunque subrayó que se habían cometido errores. Pidió que el partido esté "más en la calle, porque la política se llama cercanía", y añadió: "Queremos que la gente diga: nos han entendido".

La candidata quiso eludir cualquier enfrentamiento personal con su rival -"no me oiréis una mala palabra sobre Alfredo Pérez Rubalcaba"- e insistió en centrar el debate en las propuestas. Respecto a su condición de militante del PSC y las dudas que algunos socialistas pueden tener frente al sector más catalanista de ese partido, Chacón dijo: "Soy profundamente socialista y por tanto profundamente antinacionalista", según recogió en Twitter un asistente a la reunión.