La defensa pide que se expulse a Manos Limpias del proceso por plagiar un auto del instructor
La "segunda oportunidad" que el instructor de la causa contra Garzón por investigar el franquismo, Luciano Varela, dio a Manos Limpias para que presentara un escrito de acusación apto para seguir adelante con el proceso no ha servido para nada, según el juez de la Audiencia Nacional. El escrito corregido del pseudosindicato ultra -que tampoco cumplía con todas las instrucciones de Varela- y los posteriores arreglos a este último constituyen, como el escrito inicial, un plagio del auto por el que el magistrado del Supremo expuso sus argumentos para imputar un delito de prevaricación a Garzón, por lo que debe tenerse por no presentado y el caso debería cerrarse por falta de acusación, según el abogado del juez de la Audiencia.
Garzón presentó ayer un nuevo recurso ante el Supremo en el que pide a la Sala de lo Penal que anule la decisión de Varela de aceptar la acusación de Manos Limpias que él mismo ayudó a subsanar. Y lo pide porque, según el recurso presentado por su abogado, Gonzalo Martínez-Fresneda, ese segundo escrito "sigue siendo una copia del auto [de Varela] de 3 de febrero, en ocasiones con ligeros cambios de matiz, tiempo de verbos o colocación de párrafos, pero en su mayor parte sin ningún tipo de modificación". Manos Limpias "se apropia indebidamente del discurso del instructor para intentar articular sobre él una acusación, sin ninguna aportación novedosa u original", añade Martínez-Fresneda en el recurso.
La defensa del juez carga también contra las correcciones que realizó Manos Limpias a su segundo escrito de acusación, del que ya había eliminado las páginas que Varela le indicó. Este tercer escrito, que el sindicato llamó "de rectificación", cumplía con la segunda exigencia del instructor: que se incluyera la mención a que Garzón actuaba "a sabiendas" de la supuesta injusticia de sus resoluciones.
Así, mientras que los dos primeros escritos de acusación presentados por Manos Limpias serían un "plagio" de resoluciones de Varela, el tercero es sencillamente "un dictado del instructor", según Garzón.
